Escuela flamenca; c. 1600.
“Virgen con Niño”.
Óleo sobre tabla de roble.
Presenta restauraciones.
Medidas: 47 x 35,4 cm; 59 x 47 cm (marco).
Imagen devocional de presentación escenográfica, que nos muestra a la Virgen con el Niño en su regazo, sentada sobre un trono de nubes, ambos ebnmarcados en una orla de flores. La figura de la Virgen sostiene un rosario entre sus manos, de coral con una cruz de oro, mientras el Niño sostiene una corona entre sus manos. La de María es una figura monumental, bien asentada y escultórica, propia del barroco clasicista, y ocupa la mayor parte de la superficie pictórica, directamente iluminada por una luz clara y uniforme, que modela. Esta luz dota a las carnaciones de ambas figuras de un aspecto nacarado, acorde con la idealización clásica que muestran. Las figuras destacan bien silueteadas sobre un fondo perlado, sutilmente trabajado a base de matices de ocres.
La iconografía de la Virgen del Rosario se halla directamente relacionada con la figura de santo Domingo. La tradición, surgida a partir del siglo XV, cuenta que la madre de Dios en persona enseñó al santo a rezar el rosario en el año 1208, diciéndole que propagara esta devoción y la utilizara como arma poderosa en contra de los enemigos de la fe. Apareciéndose en la capilla en la que el santo rezaba, sosteniendo un rosario en su mano, le enseñó a recitarlo prometiéndole que muchos pecadores se convertirían y obtendrían abundantes gracias. Santo Domingo salió de allí lleno de celo, con el rosario en la mano. Efectivamente lo predicó, y con gran éxito, logrando que muchos albingenses volvieran a la fe católica.