MIQUEL SERRA I ARBÓS (Tarragona, 1658 — Marsella, 1733).
“Virgen con Niño”.
Óleo sobre tabla.
Posee marco con desperfectos.
Medidas: 33 x 27 cm; 44 x 39 cm (marco).
Miquel Serra i Arbós fue un pintor catalán discípulo de Joaquim Juncosa, quien lo llevó a Roma (1670-75). En esta estancia, poco conocida, probablemente trabajó en un taller romano y pasó por Nápoles y Génova antes de instalarse en Marsella en 1676. Dotado de una gran rapidez de ejecución, realizó grandes decoraciones de techos, ciclos de pintura religiosa y mitológica, retratos oficiales, etc. De esta fecunda producción quedan poco más de un centenar de obras, a menudo en bastante mal estado de conservación.
Los primeros encargos muestran una marcada influencia italiana. En 1686 realizó para la ópera las decoraciones de Phaéton, de Lully. Paralelamente recibió la carta de ciudadanía (1690), fue nombrado síndico de la cofradía de San Lucas (1692) y al año siguiente fue designado por Luis XIV pintor de las galeras. Fue admitido en la Académie Royale de Peinture de París (1704). De nuevo en Marsella en 1705, fue el artista preferido por la nobleza y la burguesía, para quienes realizó cuadros y retratos, muy conocidos por grabados (Joseph de Camelin, el marqués de Pilles, etc.).
n los años veinte, la quiebra del sistema Law y la peste marcaron una nueva etapa en su vida. Desarrolló una importante labor humanitaria y realizó apuntes del natural, de los cuales surgieron obras muy grandes, como Vista del Cours durante la peste o Vista de la casa del ayuntamiento —donde se autorretrató— (Museo de Longchamp), obras que por su exactitud son también extraordinarios documentos históricos. Fue, entre 1680 y 1730, el artista de Marsella por antonomasia.