Escuela italiana, seguidor de GUIDO RENI (Calvenzano di Vergato, Bolonia, 1575 – Bolonia, 1642); siglo XVIII.
“Ecce homo”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Presenta faltas.
Medidas: 75 x 62 cm.
Indudablemente, el pintor de este cuadro se ha inspirado en los Ecce Homo de Guido Reni. El arrobo intenso del semblante, la fuga de la mirada hacia el cielo, el sutil gesto ladeado de la cabeza, la corona cuyas espinas se recortan frente al halo dorado... son todos ellos elementos que emulan los cuadros homónimos del pintor boloñés Guido Reni, en especial las pinturas devocionales del autor conservadas en el Museo Louvre. A pesar de estar pintado en el siglo XIX, esta pintura se afilia así en la tradición clasicista del barroco romano-boloñés.
Maestro indiscutible del clasicismo romano-boloñés junto a Albani y Domenichino, fue sin lugar a dudas el mejor de los tres. Muy ligados a los Carracci y a la ciudad de Bolonia, todos tuvieron una trayectoria similar. Se forman en Bolonia con Denys Calvaert, para después pasar a la Academia degli Incamminati, dirigida por Ludovico Carraci. En 1600 Reni llega a Roma, donde trabajará, junto a Annibale Carracci en la Galería Farnesio. Su mejor periodo se inicia en estos años; en 1609, a la muerte de Annibale, Reni queda como cabeza de la escuela clasicista. En la ciudad será protegido por Scipione Borghese, futuro papa Pablo V, para quien el pintor realizará una de sus obras más importantes, “La Aurora” (Palacio Rospigliosi). En ella se va algo que será ya siempre característico del estilo de Reni, su admiración por la escultura antigua. A partir de las estatuas clásicas, desarrolla un ideal de belleza y perfección que será muy admirado por los pintores siguientes. En 1614 regresa a Bolonia definitivamente. El estilo de Reni evoluciona en una dirección clara, en un sentido cada vez más escultórico y frío, cada vez más plenamente clasicista. Su obra madura se caracterizará por una paleta fría, de reflejos plateados. Finalmente, desde los años treinta, su estilo se torna abocetado, con aspecto inacabado y tendencia hacia lo monocromático, de gran interés desde el punto de vista técnico además de formal.
Actualmente Guido Reni está representado en las pinacotecas más importantes de todo el mundo, entre ellas el Museo del Prado, el Hermitage, el Louvre, el Metropolitan de Nueva York y la National Gallery de Londres, entre muchos otros.