Escuela italiana; siglo XVIII.
“San Simón de Rojas”.
Óleo sobre cobre.
Presenta faltas en la superficie pictórica.
Medidas: 37 x 28.5 cm; 47 x 41 cm (marco).
En un paisaje crepuscular, un santo reconforta a unos niños pequeños. Todos ellos extienden la mano hacia el religioso que le esta entregando una moneda a uno de ellos. Este gesto que denota cierta cotidianeidad también despierta la empatía del espectador y por lo tanto la del fiel, revelando así la finalidad didáctica de esta pintura devocional. La pintura favorece este mensaje de una manera amable al presentan gestos anecdóticos entre los niños como por ejemplo el pequeño que gatea en primer plano, o el que esconde un rosario a su espalada. En uno de ellos vemos el escapulario con la cruz de la orden trinitaria, del mismo modo que se aprecia en la túnica del santo, indicando así que se trata de san Simón de Rojas.
Simón de Rojas, santo vallisoletano que vivió entre 1551 y 1624, cuya devoción en México procede de España, y más concretamente de Madrid, donde el beato y trinitario vivió la mayor parte de su vida. Fue un santo que recibió un culto muy intenso debido a la grandeza de su labor espiritual, desplegada a lo largo de toda su vida. Fue confesor de la reina Isabel de Valois, tercera esposa de Felipe III, redentor de cautivos, gran predicador y asistente de enfermos.