Escuela veneciana; c. 1600.
“La cena de Emaús”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Presenta faltas y restauraciones.
Medidas: 34 x 47 cm.
Esta obra presenta la misma composición que la pintura creada por Simone Peterzano (Bérgamo c. 1540-c. 1596), actualmente en la colección de la Galería Uffizi, La pintura se expuso anteriormente en la Sala Apolo de la Galería Palatina y se atribuyó, como nos informa la placa aún adherida al precioso marco, a un tal Jacopo Pistoia, mencionado de pasada por Vasari. Hace unos cinco años, la pintura fue objeto de un artículo de Mauro Pavesi, quien la relacionó con la producción veneciana de Simone Peterzano, también conocido como el maestro de Caravaggio. Seguramente parta de la propia composición de Tiziano, pintada en torno a 1545 y que pertenece a la colección de la Galería Nacional de Irlanda, aunque existe una versión anterior del maestro en el Museo del Louvre pero en esta ultima la obra se desarrolla en un interior abierto al paisaje. De hecho en las tres pinturas se puede ver como los personajes flanquean la mesa de mantel blanco que domina el centro de la escena y que antecede a la figura de Cristo. e representa una escena narrada en el Evangelio de Lucas (24:13-35), en la cual Cristo resucitado se aparece a dos discípulos suyos en el camino a la aldea de Emaús. Éstos no le reconocen hasta que, durante la cena, Cristo parte el pan, en una referencia directa a la Eucaristía. Tanto el encuentro en el camino como el episodio de la cena han sido muy representados en la pintura, aunque es más frecuente la segunda escena, aquí representada.
La pincelada vigorosa y el color de la obra nos indican que se trata de una pieza de la escuela veneciana. Considerada como una escuela que dio primacía de color sobre la línea, la tradición de dicha escuela en contraste con el Manierismo prevalente en el resto de Italia. El estilo veneciano ejerció una gran influencia sobre el posterior desarrollo de la pintura occidental. El retrato fue uno de sus géneros predilectos de la escuela. Llegando a desarrollar patrones estéticos y formales que partían del perfil tipo Bellini y Pisanello seguiendo la pose tres cuartos de perfil de Antonello y la frontalidad del periodo del esplendor, que comienza con la devoción a la belleza de Giorgione y Vincenzo Catena. Siendo posteriormente Tiziano quien, partiendo de las características ya mencionadas, establece un modelo consolidado del retrato de corte. Cabe citar que durante el siglo XVII eran frecuentes las copias de retratos reales, encargadas para ser ubicadas en palacios de aristócratas y prelados de importancia.