Escuela flamenca del segundo tercio del siglo XVI. Seguidor de AMBROSIUS BENSON, (¿Región de Lombardía?, h. 1490-1500 – Brujas, 1550).
"Crucifixión".
Óleo sobre tabla.
Medidas: 67 x 52 cm., 73 x 58 cm. (marco).
La presente obra se enmarca en la escuela flamenca del segundo tercio del siglo XVI, que, por sus características técnicas se atribuye presumiblemente a un pintor seguidor de Ambrosius Benson. La presente obra continúa de cerca los modelos instaurados por el pintor flamenco , sus producciones más significativas son elegantes representaciones como, por ejemplo “La Crucifixión” conservada en el Museo del Prado, y que podemos poner en paralelo con la obra que presentamos. La Crucifixión es probablemente la imagen cristiana más característica, y sin duda fue una de las más representadas y coleccionadas en la España de los Habsburgos. En casi todas las iglesias y capillas se encontraban esculturas o pinturas de Cristo en la cruz, en sus variadas formas, y en las casas particulares servían como objetos devocionales. Los temas relacionados con la Pasión, que subrayan el carácter humano de Jesús y su sufrimiento, fueron centrales en la vida espiritual de la España del Siglo de Oro. Al plasmar estas escenas, los pintores y escultores se proponían conmover al observador al igual que lo hacían los poetas y predicadores con sus respectivos medios de expresión. Dado el carácter público de la devoción en ese entonces y la familiaridad de los españoles del siglo XVI con el arte sacro, imágenes como esta eran para la mayoría de ellos inseparables de la experiencia piadosa.
Ambrosius Benson fue uno de los llamados maestros de la tradición, sucesor de Van der Goes, y evidenció la influencia de Van Eyck, Van der Weyden y los primitivos flamencos en general. No obstante, en su obra se aprecian rasgos ya propios del siglo XVI, llegados de Italia, como la composición triangular que vemos en esta obra. Originario de Lombardía, en su pintura pueden apreciarse rasgos más italianos. Benson fue pintor de temas religiosos y de retratos, y se formó con Gerard David en Brujas a partir de 1518, año en que obtuvo allí la ciudadanía. No obstante, tuvo problemas con su maestro que terminaron en un proceso judicial, y en 1519 aparece ya inscrito en el Gremio de Pintores como maestro independiente. A partir del año siguiente se aprecia un claro crecimiento en su actividad, y entre 1522 y 1530 alquilará entre uno y tres puestos en el mercado anual para vender sus cuadros. Benson ocupó altos cargos en el gremio de pintores, sus obras fueron tasadas a precios muy altos y contó con varios aprendices, entre ellos dos de sus hijos, Willem y Jan. Aunque sólo se conocen dos obras suyas firmadas (“Tríptico de San Antonio de Padua” en los Musées Royaux des Beaux-Arts de Bélgica y “La Sagrada Familia” en colección particular), y siete fechadas, basándose en criterios de estilos se le han atribuido más de ciento cincuenta pinturas. El taller de Benson tuvo una producción importante y, como ocurría en el de Adriaen Isenbrandt, sus obras estaban en general destinadas al mercado de la Península Ibérica. En cuanto a su lenguaje, pese a su filiación a la tradición formó, junto a Isenbrandt y Jan Provost, la última generación de pintores de Brujas caracterizados por romper con la tradición gótica e introducir en su estilo las innovaciones del renacimiento italiano. Esta influencia se aprecia a nivel plástico y en efectos como la monumentalidad, ya que sus temas y composiciones siguen en general inscritos en la tradición flamenca. Por otro lado, la variedad temática y de formatos que caracteriza su producción puede deberse a un taller con numerosos colaboradores.