FRAY MIGUEL DE LA HERRERA (La Laguna, Tenerife, 1696 – México, doc. 1765).
“San Agustín”.
Óleo sobre lienzo.
Firmado.
Medidas: 41,5 x 29 cm; 51,5 x 39 cm (marco).
En este lienzo fray Miguel de la Herrera nos brinda la vera imagen de San Agustín de Hipona (Tagaste, 254, Hippo Reggius, 430), doctor de la Iglesia Católica conocido, entre otros hechos, por sus escritos y por una leyenda: se dice que el santo paseaba por la orilla del mar, pensando acerca de la Trinidad; se encontró con un hermoso niño, jugando. Cuando el santo le pregunta al chiquillo, éste contesta que estaba sacando el agua del mar para meterla en el agujero, algo a lo que Agustín contesta que es imposible. El Niño responde que más difícil es que él comprendiera el Misterio de la Santísima Trinidad, desvelándose con esta frase como Jesús.
Pintor nacido en Tenerife en 1696, fray Miguel de Herrera desarrolló la mayor parte de su carrera en México. Tomó el hábito agustino en 1712 en el Monasterio del Espíritu Santo de Tenerife, y fue probablemente allí donde desarrolló su formación artística, en compañía de otros artistas del monasterio como fray Miguel Lorenzo. No obstante, será un pintor eminentemente virreinal en su lenguaje artístico. En 1719 llega a Nueva España, donde pasará a estar adscrito a la provincia del Santísimo Nombre de Jesús, de la Orden de San Agustín. En sus obras, algunas firmadas y fechadas, hizo constar su condición de fraile agustino. Herrera pasó el resto de su vida en México, si bien pudo haber mantenido contacto con las Canarias a través de su orden y de su familia. Herrera perteneció a la Academia de Pintura de México desde 1753, año de la fundación de dicha institución. Su actividad está documentada hasta 1765, y su producción se compone principalmente de obras de temática religiosa, si bien también podemos encontrar retratos como el de Sor Juana Inés de la Cruz. Actualmente se conservan obras de su mano en la Ermita de San Amaro del Puerto de la Cruz, la iglesia de la Concepción de Santa Cruz de Tenerife y en la sede del Consejo Consultivo de Canarias y, fuera de las islas, en el Museo de Arte de Philadelphia, el de Arte Colonial de Morelia (México), el Figge de Chicago, las colecciones del Banco Nacional de México y Andrés Blastein, el Museo Soumaya de Ciudad de México y en diversos centros religiosos mexicanos, entre ellos la iglesia de Santa Catarina, en el Estado de México, para la cual Herrera realizó un retablo mayor compuesto por seis pinturas.