Escuela italiana; finales del siglo XVII- principios del siglo XVIII.
“Bodegón”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Medidas: 76 x 56 cm.
La obra que observamos, un "Bodegón" perteneciente a la Escuela Italiana de finales del siglo XVII y principios del XVIII, constituye un ejemplo representativo del esplendor pictórico barroco en la tradición del natura morta, especialmente en el contexto del sur de Italia, particularmente Nápoles. Esta región se convirtió en un importante centro de producción de bodegones gracias a la influencia de la pintura flamenca y española, adaptada al gusto decorativo y simbólico local.
La pintura muestra una exuberante composición floral acompañada de racimos de uvas, contrastando luces y sombras con un notable claroscuro, típico del barroco. La disposición de los elementos revela una estructura piramidal, donde las flores más brillantes ocupan el centro visual y los frutos, más oscuros y en penumbra, se ubican en la parte inferior, creando un equilibrio armónico entre la vida y la decadencia.
Esta obra está claramente en diálogo con los trabajos de Baldassare de Caro (1689–1750), un pintor napolitano que se especializó en bodegones y escenas de caza. De Caro es conocido por su tratamiento dramático de la luz, su atención al detalle naturalista y su predilección por lo exuberante y teatral. En esta obra, se puede ver la influencia de su estilo en el tratamiento minucioso de los pétalos, el contraste lumínico, y el sentido casi escenográfico de la composición.
También se pueden encontrar similitudes con la obra de Nicola Casissa, otro exponente del bodegón napolitano, activo en la primera mitad del siglo XVIII. Casissa se destacó por representar arreglos florales complejos, muchas veces acompañados de frutas, utilizando colores intensos y composiciones dinámicas. El uso del fondo oscuro y la aplicación rica del color en la pintura que analizamos evocan el espíritu de Casissa, que buscaba captar tanto la belleza como la fugacidad de los objetos naturales.