Escuela francesa del siglo XVIII
"Anunciación".
Óleo sobre tabla.
Presenta carcoma.
Medidas: 28 x 20 cm.; 36,5 x 20 cm.(marco).
Nos hallamos ante una representación típicamente barroca del tema de la "Anunciación". La escena se despliega con una calculada teatralidad, sumergiéndonos en el instante epifánico en que lo divino irrumpe en lo terrenal.
En el centro de esta epifanía, la Virgen se arrodilla con una devoción profunda ante la mesa sobre la que reposa un libro abierto, símbolo de su piedad y estudio de las Escrituras. Las manos, unidas y llevadas con delicadeza al corazón, y su mirada, alzada en un arrobo extático, delatan la conmoción interior, la aceptación sobrecogedora del misterio de la Encarnación. Su indumentaria, resplandeciente en la simbólica dicotomía del manto azul (emblema de su pureza inmaculada y su conexión con lo celestial) y la túnica roja (presagio de la Pasión de su Hijo y de la caridad divina) carga un profundo significado teológico. Frente a ella, en una irrupción etérea, el Arcángel Gabriel desciende desde la esfera celestial. Su figura flota ingrávida, sus paños se agitan con dinamismo, creando un contrapunto visual a la serena receptividad de María. De su cabeza irradia una aureola de luz que, lejos de ser un contorno rígido, se disuelve en el ambiente, confiriendo a su presencia una cualidad inmaterial y sobrenatural. La composición se ve enmarcada y potenciada por suntuosos cortinajes, cuya caída y disposición acentúan la grandiosidad del evento, añadiendo un elemento escenográfico que es distintivo del barroco francés y su evolución hacia la elegancia del siglo XVIII.