Escuela holandesa; siglo XVIII.
“Escena costumbrista”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Posee marco del siglo XIX.
Medidas: 25 x 34 cm; 36 x 45 cm (marco).
Escena de interior en el que se puede apreciar a dos mujeres acompañadas de un niño, realizando las labores del hogar. El costumbrismo en la pintura de la Escuela holandesa del siglo XVIII constituye una manifestación crucial de la identidad cultural, social y moral de los Países Bajos en una época marcada por la consolidación burguesa, el auge del comercio y una profunda valoración de la vida cotidiana. Aunque el siglo XVII suele considerarse el periodo de oro del arte neerlandés, el siglo XVIII heredó y reformuló muchos de sus códigos visuales, entre ellos el interés por las escenas costumbristas, que continuaron desarrollándose con sensibilidad y detalle.
A diferencia de las grandes composiciones religiosas o mitológicas que dominaban en otras tradiciones pictóricas europeas, la pintura holandesa dio prioridad a los temas domésticos, rurales y urbanos, presentando con aguda observación la vida del ciudadano común. Este enfoque se mantuvo vigente en el siglo XVIII, con un refinamiento técnico que favorecía las composiciones ordenadas, la paleta clara y una atmósfera íntima. Las escenas de taberna, los mercados, las tareas del hogar, las reuniones familiares o los paisajes animados con figuras campesinas no solo ofrecían un reflejo de las costumbres locales, sino también una herramienta de educación moral o de crítica social, revestida de naturalismo.
El costumbrismo del siglo XVIII se diferencia del barroco precedente por una cierta atenuación del dramatismo y una búsqueda más evidente de armonía y equilibrio visual. En muchos casos, estas obras no solo eran apreciadas por su temática reconocible y su carga simbólica, sino también por su capacidad de exaltar la prosperidad, la limpieza, el orden y la virtud del entorno burgués holandés. La pintura costumbrista, en este contexto, funcionaba como espejo cultural, exaltando valores cívicos, reforzando las jerarquías sociales y afirmando una identidad nacional basada en la sencillez, el trabajo y la domesticidad.