Escuela flamenca; siglo XVII.
“Calvario”.
Óleo sobre cobre.
Posee marco del siglo XVII adaptado.
Medidas: 33 x 23 cm; 44 x 35 cm (marco).
El artista de la presente composición nos brinda una escena del Calvario que resume la Pasión de Cristo. Vemos a Jesús todavía vivo en la cruz, a punto de ser herido con la lanza en el costado. A los pies de la cruz, vemos a María Magdalena de rodillas y aferrada a la cruz. Tras ella, la figura de San Juan Evangelista. Junto a la cruz, y a la izquierda aparece la Virgen que lleva una de sus manos al pecho, en actitud de dolor y sufrimiento, mientras dirige su rostro a su hijo. La escena se completa con multitud de personajes, entre los que destacan el buen y mal ladrón de perfil al espectador y flanqueado la figura de Cristo. En primer plano un hombre a caballo observa la escena, aportando espacialidad a la imagen que queda cerrada en ultimo plano por la presencia de la ciudad. A nivel formal, cabe destacar cómo se trata de una obra en la que el color, atenuado y de paleta armoniosa, queda supeditado al dibujo, auténtico protagonista de la composición.
Por las características técnicas, como el modelado de las formas, las tonalidades utilizadas, el tipo de composición, en incluso los detalles estéticos utilizados en el tratamiento de las telas que conforman la escena, esta obra puede inscribirse dentro de la escuela barroca. Se muestra la Crucifixión con la Virgen y san Juan a los pies, una forma iconográfica evolucionada de la original Déesis bizantina, que representaba a Cristo en Majestad acompañado de María y san Juan Bautista. En el arte occidental se preferirá la representación de Cristo en la cruz, a modo de escena narrativa, y se sustituirá la figura de san Juan Bautista por la de Juan el Evangelista. Otro cambio significativo, que busca un mayor naturalismo, es que mientras en el modelo bizantino tanto la Virgen como San Juan tienen sus rostros alzados u orientados hacia Cristo, con sus manos en posición de súplica en nombre de la humanidad, aquí se muestran dolientes al modo clásico, con una expresividad contenida.