Escuela flamenca o holandesa, ca. 1650.
“El pago del impuesto”.
Óleo sobre lienzo.
Medidas: 97 x 153 cm; 117 x 172,5 cm (marco).
Este óleo nos sumerge en una bulliciosa escena de género, un tema muy popular en la pintura de Flandes y los Países Bajos durante el siglo XVII. La obra representa la oficina de un recaudador de impuestos o un abogado, capturando con agudeza una transacción que pone de manifiesto las tensiones y dinámicas sociales de la época.
La composición es abigarrada y dinámica, llena de personajes de distintas clases sociales que interactúan en torno a una mesa de trabajo. El artista utiliza este escenario para crear una narrativa rica en detalles y expresiones. A la derecha, sentado y vestido con ropajes oscuros y un birrete, se encuentra el recaudador. Su expresión es concentrada y severa mientras examina un documento, posiblemente un registro de deudas o una escritura. Su figura representa la autoridad y el poder burocrático.
Frente al recaudador, un hombre con un jubón amarillo se inclina sobre la mesa, mostrando una moneda en la palma de su mano. Su perfil es afilado y su gesto parece ser de negociación o súplica, reflejando la tensión del momento del pago. A su lado, un escriba o ayudante, con un sombrero gris de ala ancha, anota diligentemente en un registro, documentando la transacción. A la izquierda se agolpa un grupo de campesinos, cuya vestimenta humilde y expresiones preocupadas los distinguen claramente de los funcionarios. Un hombre con camisa roja lleva una cesta con aves de corral, indicando que los impuestos a menudo se pagaban en especie cuando no se disponía de dinero. Su gesto es de espera e incertidumbre. Detrás de él, otros personajes murmuran entre sí, reforzando la tensión del ambiente.
El entorno está cuidadosamente detallado. El fondo está dominado por numerosas bolsas o talegas de dinero que cuelgan de ganchos, una representación visual muy clara de la acumulación de riqueza y pagos recaudados. La mesa verde, cubierta de documentos, tinteros y plumas, es el centro neurálgico de la burocracia y el poder.
En temática y tratamiento, esta pintura podría vincularse con "La oficina del recaudador de impuestos" de Pieter Brueghel el Joven, también caracterizada por su realismo, atención al detalle y comentario social.
A menudo, estas escenas contenían una crítica social o una lección moral, advirtiendo contra la avaricia (representada por el recaudador) y mostrando la difícil situación de los campesinos.