Seguidor de MATHIU LE NAIN (Laon, Francia, 1607-1677). ; siglo XVIII.
“Retrato de un joven príncipe”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Medidas: 56 x 45,5 cm.
Este Retrato de un joven príncipe atribuido a un seguidor de Mathieu Le Nain (Laon, 1607–1677), es una obra representativa de los ideales estéticos y simbólicos del retrato aristocrático en el siglo XVIII, realizada con clara inspiración en la pintura francesa del barroco tardío. Si bien los hermanos Le Nain son más conocidos por sus escenas de género con campesinos y figuras humildes, esta pieza , atribuida a un seguidor,muestra una apropiación de su técnica sobria y realista aplicada aquí al retrato cortesano.
La figura central es la de un joven príncipe, que emerge con serenidad y dignidad sobre un fondo oscuro, austero, que acentúa la luminosidad de su rostro y la riqueza de su atuendo. El niño, de expresión serena pero firme, posa con una quietud que remite a la solemnidad de la nobleza infantil. Su cabello largo, ondulado y rojizo cae con naturalidad sobre sus hombros, evocando una moda palaciega propia de la corte francesa o incluso inglesa del período.
El vestuario es particularmente destacable: una camisa blanca adornada con cintas rosadas dispuestas en hileras verticales y un amplio cuello de encaje, elaborado con minuciosidad, cuyas puntas reposan elegantemente sobre los hombros. Este detalle no solo indica la elevada posición social del retratado, sino que también refleja el refinamiento textil del siglo XVIII y el gusto por los encajes flamencos y franceses.
La obra, de factura delicada y paleta contenida, transmite una sensación de dignidad juvenil sin recurrir a exageraciones idealizadas. La mirada del niño, directa pero reservada, conecta al espectador con la interioridad de un personaje que, pese a su edad, representa ya una figura de poder potencial. La composición, centrada y frontal, mantiene una distancia formal que era propia de los retratos de la nobleza.
Una copia documentada de esta pintura se conserva en el Museo de Bellas Artes de Nantes, lo que sugiere la relevancia iconográfica y simbólica del retrato dentro de los círculos de coleccionismo europeo.