Escuela flamenca del siglo XVII.
Óleo sobre lienzo, entelado en madera.
Medidas: 73 x 91 cm.; 82 x 99 cm.(marco).
Este bodegón flamenco, en su celebración de la opulencia frutal, despliega ante la mirada profusión de frutas que rebosan de cestas de mimbres y bandejas de cobre. Una cortina recogida en el extremo superior genera un sutil efecto teatral, típicamente barroco.
Así, bajo ese dosel recogido, reposan las brillantes bandejas cuyos reflejos cobrizos contrastan con la riqueza cromática de las peras verdes, los albaricoques de piel aterciopelada y las manzanas verdes. Las cestas de mimbre se muestran entretejidas con sobria rusticidad. La organización de las piezas responde a un estudiado descuido. Un higo abierto, mostrando la pulpa, es preludio de decadencia, elemento prototípico del simbolismo de los bodegones barrocos. El centro de la composición lo ocupa una pequeña jarra de cerámica o peltre, delicadamente trabajada, rebosante de moras oscuras, cuya tonalidad profunda, entre el negro y el púrpura, aporta un contrapunto visual de intensidad dramática.