Escuela mallorquina del siglo XVII
"Santa Marta".
Óleo sobre lienzo.
Necesita restauración.
Medidas: 86 x 60 cm.
Pintura devocional de escuela barroca mallorquina dedicada a Santa Marta. La figura de la santa domina la composición con una serena dignidad. Coronada, signo de su realeza espiritual, aparece aureolada por un nimbo dorado que refuerza su santidad. Su mirada está dirigida hacia lo alto, evocando una intensa conexión mística con lo divino. En sus manos sostiene con delicadeza una cruz, símbolo de su fe inconmovible y su papel como exorcista del mal.
Ataviada con una túnica de tonalidades tierra y un manto azul grisáceo, su indumentaria responde a los cánones de la época, enriquecida por detalles ornamentales en el escote que aportan un refinado sentido del detalle. A sus pies yace la figura de un dragón vencido, representación alegórica del demonio o del mal, que la santa habría domesticado con su fe, según la tradición hagiográfica. Este motivo es característico del culto a Santa Marta, especialmente en el contexto de la leyenda provenzal que la vincula con la Tarasca.
El tratamiento pictórico del rostro y las manos denota una sensibilidad notable, con suaves modelados que contrastan con la firmeza del trazado en los contornos. La paleta, aunque reducida, demuestra un equilibrio cromático entre los tonos cálidos y fríos, mientras que el fondo oscuro con resplandores dorados acentúa la figura central, enmarcándola casi como en una mandorla mística.