Escuela española; siglo XIX.
“Santa Teresa de Jesús”.
Óleo sobre lienzo.
Medidas: 104 x 66 cm.
En esta imagen devocional el artista presenta la figura de Santa Teresa, recibiendo la inspiración del Espíritu Santo, que parte de un rompimiento de gloria situado en la zona superior izquierdo de la escena. La protagonista sujeta una pluma con la mano derecha, mientras que con la otra sostiene las páginas de un libro indicando así al espectador su relevancia como teóloga y teórica de la iglesia. La pieza se inspira levemente en la obra realizada por, José de Ribera durante 1640-1645, en la que Santa Teresa se muestra con los mismos atributos que en esta imagen; La pluma, el libro abierto y la calavera, además de ser representada de busto. La imagen creada por Ribera pertenece actualmente a la colección de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia.
Durante su adolescencia, Teresa cayó enferma, y durante su convalecencia decidió dedicarse por completo a la vida religiosa. Ingresó en el convento de la Encarnación de Ávila con dieciocho años y, tras el empeoramiento de su salud, fue curada según ella por San José. Tres años después, según narra en sus escritos, se le apareció Jesucristo en el locutorio con semblante airado, reprendiéndole por su trato familiar con los seglares, el cual había causado que descuidara la oración. En 1558 tuvo su primer rapto y la visión del infierno, y desde entonces disfrutó de grandes favores celestiales como la visión de Jesús resucitado. Todas estas experiencias místicas se vieron reflejadas en su poesía lírico-religiosa.