Escuela española o italiana del siglo XVIII.
"María Magdalena penitente".
Óleo sobre lienzo.
Medidas: 97 x 76 cm.; 76 x 57 cm.(marco).
La figura de María Magdalena aparece con una túnica roja, símbolo de la pasión y del pecado, deslizada de forma que deja al descubierto un pecho: recurso habitual en la iconografía barroca para unir sensualidad con arrepentimiento. El cabello largo y ondulado cae sobre los hombros, reforzando la idea de lo terrenal pero también de la penitencia (pues según la tradición, lo usaba para cubrir su desnudez). El rostro idealizado, de rasgos suaves y expresivos, corresponde al canon estético de la época, que buscaba transmitir un ideal de belleza espiritualizada a través de la forma física. El uso del claroscuro enfatiza la tensión dramática: el cuerpo emerge con luz cálida sobre un fondo oscuro, destacando la figura en un ambiente de recogimiento. En una esquina se incluyen la calavera (memento mori, símbolo de lo efímero de la vida) y símbolos de la Pasión, lo que relaciona el arrepentimiento de la santa con la redención de Cristo.
María Magdalena penitente fue un tema iconográfico recurrente en el arte cristiano, pero fue en el periodo barroco cuando la figura de la Magdalena cobró gran popularidad en la pintura europea, particularmente durante la Contrarreforma.