FRANCISCO VARELA (¿Sevilla?, ca. 1580/1592- 1645).
“San José con el Niño”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Posee marco del siglo XIX con daños provocados por xilófagos.
Medidas: 205 x 134 cm; 239 x 166 cm (marco).
Esta pintura representa una escena de gran carga simbólica y emocional, en la que San José de figura monumental guía de la mano al Niño Jesús. La composición subraya la relación paterna y protectora mediante la disposición de las figuras: el adulto, de porte majestuoso y cubierto por un manto rojo que contrasta con el verde de su túnica, sostiene firmemente la mano del niño, estableciendo una conexión física y emocional que se prolonga en el contacto visual entre ambos. Sus rostros, fuertemente iluminados, dirigen la atención del espectador hacia este diálogo silencioso.
La iluminación procede de la izquierda y baña la escena con campos de color cálido, generando un ambiente de proximidad y humanización propio del naturalismo barroco. A diferencia de otras representaciones del mismo tema, en las que suelen abundar elementos simbólicos, aquí la escena se mantiene sobria: el único atributo es la vara de azucenas que el santo porta en su mano derecha, símbolo tradicional de su pureza.
Se conocen pocas obras atribuidas a Luis Tristan, lo que aumenta el interés por la pieza. De hecho, en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando se conserva otra versión de esta iconografía que, tras ser restaurada, dejó al descubierto detalles de arquitectura clásica en el fondo, un rasgo que podría vincularse a esta composición.
Francisco Varela, fue un artista barraco activo en Sevilla desde 1606. Se sabe que en 1625 un maestro se encargaba de comprobar las aptitudes del aspirante a artista para ingresar en el gremio de pintores de la ciudad. Como la mayoría de los pintores de su generación, el suyo fue un estilo originalmente manierista que evolucionó hacia el naturalismo, anticipándose en algunos aspectos al modelo desarrollado posteriormente por Francisco de Zurbarán. La obra que nos ha llegado de Varela es escasa. Existen dos representaciones de la Última Cena, una de ellas realizada en 1622, probablemente inspirada en un grabado manierista, se encuentra en la Iglesia de San Bernardo de Sevilla, la otra con una iconografía muy similar, fue adquirida en 2004 por la Junta de Andalucía, se expone en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. También destacan el Retrato de Martínez Montañés (1616) perteneciente a la ciudad de Sevilla y San Miguel Arcángel (1629). Una de sus últimas obras conocidas, ejecutada en 1640, es el conjunto de pinturas realizadas para el Convento de la Pasión de Sevilla que también se exponen en el Museo de Bellas Artes. La serie consta de San Cristóbal y San Agustín, Santa Catalina de Siena con Santa Lucía y Santa Catalina de Alejandría con Santa Teresa de Jesús.