JACQUES COURTOUIS “LE BORGUIGNON” (Saint-Hippolyte - Roma1675).
“Batalla”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Presenta restauraciones en la superficie pictórica.
Medidas: 55 x 165 cm; 67 x 177 cm (marco).
En este paisaje apaisado el autor nos presenta una escena bélica que queda definida por una multitud caótica en el centro, donde numerosos soldados luchan entre sí. La multiplicidad de diagonales de la composición central, la diversidad de personajes y la gestualidad de los mismos, aporta a la escena una sensación de dinamismo que queda compensada con la quietud del paisaje que enmarca los laterales. Como es habitual en la representación de este tipo de temática se trata de una escena aparentemente caótica, aunque rigurosamente estudiada, que refleja con naturalismo el fragor de la lucha, la violencia del enfrentamiento, una violencia que se refleja también en el propio cromatismo, cálido y encendido. Mientras que en el siglo XVII la demanda de arte religioso para las iglesias cesaba radicalmente.
Jacques Courtois, conocido también como Giacomo Cortese o il Borgognone, fue un destacado pintor y grabador de escenas de batalla del Barroco. Recibió sus primeras lecciones de pintura de su padre, Jean Courtois, y se trasladó siendo joven a Milán junto con parte de su familia. Allí sirvió como pintor en un regimiento comtois al servicio de España durante la Guerra de Diez Años (1636-1639), experiencia que marcaría de manera decisiva su producción artística centrada en temas bélicos.
Posteriormente amplió su formación en Bolonia, donde entró en contacto con Guido Reni y Francesco Albani, y en Florencia conoció a Jan Asselyn, especialista en escenas de batalla, cuya influencia fue notable. Viajó también a Venecia y Friburgo antes de establecerse en Roma en 1640, ciudad donde alcanzó reconocimiento con su obra El milagro de los panes y los peces (1641).
En 1657 ingresó en la Compañía de Jesús como hermano coadjutor y realizó importantes trabajos de pintura mural, entre ellos una serie de seis batallas atribuidas a la intercesión de la Virgen María, en colaboración con su hermano Guillaume. También participó en la decoración de los apartamentos de San Ignacio en la Casa Profesa del Gesù.
Sus últimos años estuvieron dedicados a proyectos de gran envergadura, aunque su salud debilitada le impidió concluir algunos, como los bocetos para la decoración del ábside de la iglesia del Gesù en 1672. Su autorretrato, encargado por Cosme III de Médici en 1675, se conserva en el Corredor de Vasari de la Galería de los Uffizi. Courtois falleció en Roma en 1676, dejando un legado fundamental en la pintura de batallas barroca, caracterizada por su dinamismo compositivo y la tensión dramática de sus escenas.