Escuela flamenca del siglo XVII.
“San Agustín”.
Óleo sobre cobre.
Medidas: 22 x 16 cm; 27 x 22 cm (marco).
El pintor nos ofrece la figura de San Agustín de Hipona, ataviado como obispo. .La figura del santo se erige, de pie, en actitud solemne y estática, dominando el espacio pictórico. El autor ha representado el momento en el que el Espíritu Santo se acerca o inspira de San Agustín. El fondo presenta un paisaje abierto, que no solo otorga profundidad a la escena, sino que sitúa al santo en un contexto natural que evoca su misión evangelizadora .
San Agustín de Hipona (Tagaste, 254, Hippo Reggius, 430) fue un doctor de la Iglesia Católica, conocido, entre otros hechos, por sus escritos, y por una leyenda: se dice que el santo paseaba por la orilla del mar, pensando acerca de la Trinidad; se encontró con un hermoso niño, jugando. Cuando el santo le pregunta al chiquillo, éste contesta que estaba sacando el agua del mar para meterla en el agujero, algo a lo que Agustín contesta que es imposible. El Niño responde que más difícil es que él comprendiera el Misterio de la Santísima Trinidad, desvelándose con esta frase como Jesús.