JAN BAPTISTE LODEWIJK MAES (Bélgica, 1794- 1856).
“María Magdalena”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Medidas: 93 x 124 cm; 96 x 127 cm (marco).
En esta obra, Jan Baptist Lodewyck Maes representa a María Magdalena en una actitud de profunda contemplación. La figura, bañada en una luz, transmite una espiritualidad serena, acentuada por la suavidad de las sombras y la riqueza de los matices cromáticos. El pintor recurre a un naturalismo contenido que evita la teatralidad, privilegiando en cambio la expresión íntima del sentimiento religioso. El tratamiento de la piel, la caída de los pliegues y la atmósfera envolvente revelan una clara atención al detalle, pero también una sensibilidad hacia la dimensión emocional de la escena, que aparece impregnada de silencio y recogimiento.
Jan Baptist Lodewyck Maes, también conocido como Maes-Canini, nació en Gante el 30 de septiembre de 1794 y murió en Roma el 7 de abril de 1856. Fue un pintor de género belga que desarrolló la mayor parte de su carrera en Italia. Se formó en la Academia de Gante y ya en 1810 participó por primera vez en la exposición de esta ciudad. Su talento precoz le permitió obtener todos los premios en los concursos a los que se presentó, y en 1820 recibió una beca de la ciudad natal. Un año más tarde, gracias al prestigioso Premio de Roma belga, emprendió un viaje que lo llevó primero a París, en compañía de Frans Vervloet, y posteriormente a Italia. En 1822 se dedicó a copiar obras de los grandes maestros en la Galería de los Uffizi, experiencia decisiva para la consolidación de su estilo.
En 1824 se estableció en Roma, donde tres años después contrajo matrimonio con la hija del grabador Bartolomeo Canini. Con el fin de italianizar su nombre, Maes añadió a su apellido el de su esposa, pasando a ser conocido como Maes-Canini.
Aunque residió en Italia hasta el final de su vida, Maes mantuvo siempre una estrecha relación con su ciudad natal, enviando con regularidad obras a los salones belgas. Su prestigio lo llevó a ser nombrado miembro correspondiente de la Real Academia Neerlandesa de Ciencias. La trayectoria de Maes se inscribe así en el movimiento de artistas belgas que encontraron en Roma no solo inspiración artística, sino también un entorno favorable para consolidar una carrera de resonancia internacional.