Escuela italiana del siglo XVII. Seguidor de GIUSEPPE RECCO (Nápoles, 1634 – Alicante, 1695).
“Composición con cabeza de carnero”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Medidas: 46 x 73 cm; 66,5 x 94 cm (marco).
Esta pintura pertenece al ámbito napolitano del siglo XVII, y puede situarse dentro del círculo de Giuseppe Recco, uno de los más eminentes representantes del bodegón barroco italiano. En esta naturaleza muerta, el tratamiento de la luz, que incide sobre las superficies orgánicas de las frutas y la butifarra, así como sobre el pelaje de la cabeza de carnero, genera una atmósfera tenebrista de notable contraste, característica del caravaggismo tardío que tanto influyó en la pintura napolitana.
La formación de Giuseppe Recco estuvo vinculada a su familia, que también se dedicaban a la pintura. Se cree que su educación artística comenzó en Lombardía. Su obra se caracteriza por un lenguaje naturalista, vinculado con el tenebrismo y los contrastes de color, centrado especialmente en la temática del bodegón, en la cual exploró una gran multiplicidad de elementos. A lo largo de su carrera artística trabajó para numerosos nobles y viyerres españoles que se encontraban en Nápoles, dicha labor le llevo a ser requerido por Carlos II, sin embargo, murió en el viaje de llegada a España. uy apreciada dentro del mercado del anticuariado, así como entre los coleccionistas y los historiadores del arte, la escuela bodegonista napolitana del barroco gozó de un espectacular desarrollo, dejando atrás los fastos del siglo XVI y progresando dentro de un estilo plenamente barroco y claramente identificable. Artistas como Tommaso Realfonso, Nicola Casissa, Gaspare López, Giacomo Nani y Baldassare de Caro continuaron la tradición local especializándose en la pintura de flores, frutas, peces y piezas de caza, satisfaciendo así la demanda de una vasta clientela caracterizada por un nuevo gusto propio del siglo XVII. A estos autores hay que añadir asimismo las figuras menores, que lentamente van emergiendo de un injusto olvido, y algunos artistas que trabajaron a caballo entre los siglos XVII y XVIII, como Francesco della Questa, Aniello Ascione, Nicola Malinconico, Gaetano Cusati, Onofrio Loth, Elena y Nicola Maria Recco, Giuseppe Ruoppolo y Andrea Belvedere. Estos pintores napolitanos de naturalezas muertas, que trabajaron durante el siglo XVII y principios del XVIII, son llamados “i generisti”, y tuvieron importancia no sólo dentro de su propio entorno sino también, y especialmente, en España, donde el desarrollo del género estuvo claramente marcado por la influencia italiana, en concreto por la aportación de la escuela napolitana.