Escuela sevillana, seguidor de BARTOLOMÉ ESTABAN MURILLO; finales del siglo XVII.
“San Juan Bautista”.
Óleo sobre lienzo.
Medidas. 60 x 83 cm.
Pintura devocional que representa a San Juan Bautista, realizada por un seguidor de Bartolomé Esteban Murillo dentro de la escuela sevillana a finales del siglo XVII, encarna con delicadeza y ternura los rasgos más representativos del estilo murillesco. En ella, el joven santo aparece en actitud contemplativa, acariciando un cordero, símbolo del sacrificio de Cristo, y vestido con su característico manto rojo sobre piel de camello. El paisaje rocoso y algo agreste que lo rodea, así como la presencia del estandarte con la cruz, refuerzan su iconografía como precursor de Jesús, retirado en el desierto.
La figura central, de rostro dulce, gesto suave y mirada baja, refleja de manera evidente la influencia de Murillo, no solo en la idealización juvenil y casi andrógina del santo, sino también en la atmósfera emocional, envuelta en una luz suave y en una paleta de tonos terrosos y dorados. Murillo, gran maestro del barroco español, supo adaptar el lenguaje contrarreformista a una expresión más íntima y accesible, lo que lo convirtió en un referente clave para toda una generación de pintores sevillanos. Esta obra participa plenamente de esa herencia, fusionando el mensaje espiritual con una estética amable y humana que apelaba tanto al devoto como al espectador laico. En definitiva, se trata de una pintura que, sin ser de la mano del maestro, transmite fielmente su espíritu devocional y emocional, característico del arte sacro sevillano de finales del siglo XVII.