Escuela italiana del siglo XVIII.
"Betsabé y Salomón".
Óleo sobre tela.
Reentelado.
Medidas: 117 x 98 cm.
Esta pintura, una versión del siglo XVIII basada en la obra original del siglo XVII atribuida a Domenichino y titulada “Betsabé y Salomón”, representa una escena bíblica con gran teatralidad y solemnidad cortesana, típica del estilo barroco romano.
En el centro de la composición se encuentran las figuras principales: el rey Salomón, sentado en su trono, y Betsabé, que aparece frente a él, ligeramente inclinada y con gesto reverente. Ambos llevan coronas, signo de su realeza, y están envueltos en ricos mantos de colores vibrantes (el azul y el dorado para Salomón, el verde y el rojo para Betsabé), que resaltan por su tratamiento luminoso y sus pliegues voluminosos. Salomón sostiene un cetro, símbolo de autoridad y justicia, mientras que Betsabé parece hacer una petición o mostrar gratitud.
El fondo oscuro, cubierto por un dosel o cortinaje, concentra la atención en las figuras principales, destacadas por una iluminación cálida que modela sus rostros y vestimentas. A los lados, varios personajes secundarios (con atuendos más sobrios) observan la escena con atención, reforzando la sensación de solemnidad del momento.
El formato ovalado y el marco arquitectónico pintado en tonos terrosos recuerdan el contexto original de la obra: una luneta en la capilla Bandini de San Silvestro al Quirinale, en Roma, donde Domenichino (1581–1641) realizó un conjunto de frescos de tema bíblico. La pintura combina el equilibrio clásico y la claridad narrativa del estilo boloñés del artista con la emotividad y teatralidad típicas del barroco romano.
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