Escuela de Utrecht del siglo XVII.
"Fumador"
Óleo sobre lienzo.
Reentelado.
Bastidor del siglo XIX.
Medidas: 64 x 50 cm.; 79 x 66 cm.(marco).
Esta pintura es un ejemplo paradigmático de las características que definieron a los "Caravaggistas de Utrecht". La característica más evidente es el uso dramático del claroscuro. Al igual que en las obras de Caravaggio, el personaje emerge de una oscuridad casi total. Una única fuente de luz, probablemente una vela fuera del cuadro, ilumina intensamente el rostro y el hombro del joven, dejando el resto en sombras profundas. Esto crea un efecto teatral y tridimensional.
En lugar de priorizar grandes temas históricos o religiosos, los artistas de Utrecht se hicieron famosos por sus escenas de género: representaciones de la vida cotidiana, a menudo de taberna. El "fumador", al igual que los bebedores, los músicos o los jugadores de cartas, era un personaje recurrente que representaba los placeres mundanos y, a veces, una advertencia moral sobre la fugacidad de la vida (vanitas).
La figura está representada de medio cuerpo y muy cerca del espectador, creando una sensación de inmediatez. El artista se deleita en el realismo de la textura de la piel, los pliegues de la camisa y la superficie de la pipa de arcilla.
El acto de fumar, entonces una novedad importada de América, era un tema popular. La pipa larga y frágil de arcilla blanca, como la que sostiene el joven, era un objeto común. En esta obra, el personaje, vestido con un sombrero de plumas y con la camisa desabrochada, mira al espectador con aire confiado mientras sostiene su tabaquera en la otra mano.
Probablemente, esta pintura se inspira en una obra del artista holandés Hendrick Terbrugghen. Terbrugghen fue uno de los pintores más importantes de la Escuela de Utrecht del siglo XVII y, junto con otros artistas como Gerard van Honthorst, trajo el estilo de Caravaggio a los Países Bajos.
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