Escuela italiana del siglo XVII.
"San Juanito con el Niño Jesús".
Óleo sobre tela.
Reentelado.
Notable representación de periodo barroco del encuentro místico entre el Niño Jesús y San Juan Bautista niño.
El cuerpo del Niño Jesús aparece modelado con naturalismo. Está parcialmente cubierto por un paño de un rojo intenso, color que actúa como punctum visual y prefigura simbólicamente su futura Pasión. Su gesto es de afecto y autoridad divina, extendiendo su mano para tocar el mentón de su primo en señal de bendición o reconocimiento.
San Juanito está representado en una postura de profunda reverencia. Arrodillado, mira devotamente a Jesús. Viste sus atributos iconográficos canónicos: la piel de camello y una delgada cruz de caña de la que pende una filacteria con la inscripción parcialmente visible "ECCE AGNUS DEI" ("He aquí el Cordero de Dios"), que verbaliza su misión profética. En la esquina inferior, la presencia de un cordero refuerza visualmente la profecía de Juan, identificando a Jesús como el cordero sacrificial.
La técnica es marcadamente tenebrista. Un potente foco de luz diagonal, probablemente de origen divino, baña a las figuras principales, haciéndolas emerger de una profunda oscuridad. Este contraste violento no es meramente estético, sino que sirve para modelar los volúmenes con solidez escultórica y para infundir a la escena una intensa carga espiritual. El fondo se compone de un paisaje agreste y boscoso, la selva o desierto donde San Juan pasaría su vida ascética. Los árboles nudosos y el cielo crepuscular contribuyen a la atmósfera solemne.
La presencia de un hombre anciano barbudo junto a una mujer, añade una capa de solemnidad a la narrativa secundaria. Probablemente, se trata de San José y la Virgen, aspecto que enfatiza la protección y la observancia familiar de la divinidad de Jesús.
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