Miniatura española de principios del siglo XIX.
“Retrato de dama”, ca. 1830.
Guache sobre vitela
Marco de latón.
Medidas: 6,4 x 5,3 cm; 7,3 x 6,3 cm (marco).
Esta miniatura española representa a una mujer vestida de riguroso luto. Luce un vestido de color negro con los hombros al descubierto. Encajes decoran los hombros, las mangas y los guantes. Estos últimos permiten entrever las joyas de la representada, que nos hablan de su alta clase social.
La pintura de miniaturas, especialmente de retratos, se desarrolló en Europa a partir del siglo XVI. Se trataba principalmente de pinturas encajadas en objetos como medallones, relojes de sobremesa o pequeñas cajitas. Se realizaban en una gran variedad de técnicas, como el óleo sobre cobre, estaño o marfil, las aguadas sobre pergamino o cartulina y, desde el siglo XVIII, la acuarela sobre marfil. Este delicado arte se irá perdiendo desde la segunda mitad del siglo XIX, en paralelo al desarrollo de la fotografía.