ENRIQUE MARTINEZ CUBELLS (Madrid, 1874 – Málaga, 1947).
“En el embarcadero”.
Óleo sobre lienzo.
Firmado en el ángulo inferior derecho.
Medidas: 78 x 98 cm.; 109 x 130 cm. (marco).
Hijo del pintor valenciano Salvador Martínez Cubells, inicia su formación en el taller paterno, para luego continuar sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid y en la Especial de Pintura, Escultura y Grabado de la misma ciudad. Su estilo se libera de la influencia de su padre a raíz de un viaje por Europa que realiza en 1898. Su admiración por el arte moderno alemán le lleva a instalarse cuatro años en Munich, para luego realizar estancias en Venecia, París y Ámsterdam. En sus viajes por Europa, Martínez-Cubells recibe una importante influencia de las corrientes europeas realistas, en un momento en que sus contemporáneos españoles aún hacían cuadros de historia. Su personal estilo se caracterizó por pinceladas valientes y sintéticas, además de su gran interés por los aspectos lumínicos. Más nórdico y austero que sus colegas españoles, su concepción de la luz es contenida e intimista, lejos de la fuerza cegadora de Sorolla. A su regreso a España, será nombrado profesor de las Escuelas de Artes y Oficios y de San Fernando de Madrid. Participó asiduamente en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, obteniendo tercera medalla en 1897, segunda en 1899 y 1901, y primera en 1904 y 1912. Las obras que le valieron estas primeras medallas fueron “Trabajo, descanso y familia”, en 1904, y “La vuelta de la pesca”, en 1912. Posteriormente, se le concede una primera medalla en la Exposición Internacional de Buenos Aires de 1910, así como un gran premio en la de Panamá de 1916. Más tarde ingresa como académico en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Entre enero y marzo de 2003 Ibercaja presentó en Zaragoza la primera exposición antológica dedicada a este pintor. Enrique Martínez-Cubells trabajó principalmente los temas costumbristas de contenido social, a menudo de tipo pesquero y marítimo, aunque también mostró predilección por los paisajes urbanos, los interiores y las escenas rurales campesinas. Está representado en el Museo del Prado, en el Museo Carmen Thyssen de Málaga y en los de Bellas Artes de Valencia, La Rioja, Málaga, Álava y San Sebastián, entre otros.