RAMÓN POU VIDAL (Palma, 1857- 1925).
“Marina”.
Óleo sobre lienzo.
Presenta inscripción.
Medidas: 44 x 60 cm; 56 x 70 cm (marco).
En el siglo XX, la marina como género pictórico adquirió una renovada relevancia al integrarse en los lenguajes modernos y responder a nuevas sensibilidades estéticas y sociales. Tradicionalmente vinculada a la representación heroica o contemplativa del mar y la navegación, esta temática se transformó en manos de los artistas contemporáneos, que exploraron la costa, los puertos, los barcos y las aguas no solo desde un enfoque documental, sino como vehículo de introspección, símbolo de libertad o reflejo del cambio social. Las vanguardias incorporaron el motivo marino a través de lenguajes como el cubismo, el expresionismo o la abstracción, dotando al mar de connotaciones emocionales o metafísicas. Además, en un siglo marcado por la guerra, la migración y el turismo, el paisaje marítimo se convirtió en escenario de contrastes entre lo idílico y lo dramático. Así, la marina evolucionó desde su tradición académica hacia una categoría plástica abierta, cargada de significados personales, políticos y poéticos.