Escuela española o francesa; c. 1850- 1860.
“Retrato de niña con cobaya”.
Óleo sobre lienzo.
Presenta faltas.
Conserva marco de época.
Medidas. 95 x 68 cm; 112 x 85 cm (marco).
Este retrato infantil, realizado por un autor anónimo de la escuela española o francesa de mediados del siglo XIX, es un claro exponente de la pintura burguesa decimonónica, centrada en la representación íntima y detallada de la infancia como símbolo de inocencia, estatus y ternura. En el centro de la composición se alza la figura de una niña de corta edad, ataviada con un elaborado vestido de gala perlado, decorado con bordados geométricos en rojo intenso. El atuendo, minuciosamente ejecutado, delata la pertenencia de la modelo a una familia acomodada, como también lo evidencian los pendientes de coral y el collar con cruz dorada que porta en el cuello. Su expresión, seria y penetrante, se aleja de la idealización sentimental habitual, otorgando a la escena una intensidad psicológica inusual en este tipo de retratos.
A su lado, sobre una mesa de mármol decorada con relieves de querubines, descansa una cobaya blanca y marrón que la niña acaricia con delicadeza mientras le ofrece una hoja verde. El animal, representado con notable veracidad, introduce una dimensión doméstica y afectiva, evocando el vínculo entre los niños y sus mascotas, un tema muy valorado en la iconografía del Romanticismo. Al fondo, un paisaje boscoso y montañoso se abre en profundidad, con la silueta de una edificación de resonancias palaciegas, que refuerza el carácter escenográfico y poético de la obra.
Desde el punto de vista técnico, la pintura destaca por su refinado tratamiento de las calidades materiales —el satén del vestido, el pelaje del animal, el mármol de la mesa— y por el manejo de una luz suave y envolvente que modela con sutileza los volúmenes. La atención al detalle convive con un cierto toque pictoricista en el fondo, posiblemente influido por la escuela francesa.