Escuela española o novohispana; segundo tercio del siglo XIX.
“Pareja de retratos infantiles”.
Óleo sobre lienzo. Reentelados.
Posee marco de estilo Carlos IV.
Medidas: 64,5 x 48 cm 8x29; 79 x 61 cm (marcos, x2).
Durante el siglo XIX, el retrato infantil adquirió una relevancia notable tanto en el ámbito artístico como en el social. Este tipo de representación, más allá de su función estética, reflejaba profundas transformaciones culturales, sociales y emocionales en torno a la infancia.
En siglos anteriores, los niños solían ser retratados como pequeños adultos, sin una clara diferenciación en cuanto a su identidad o etapa de desarrollo. Sin embargo, con el avance del pensamiento ilustrado y el surgimiento de nuevas ideas sobre la niñez —impulsadas por pensadores como Jean-Jacques Rousseau— comenzó a consolidarse una visión de la infancia como una etapa única y valiosa de la vida. Esta perspectiva se tradujo en una mayor atención al retrato infantil, en el que se buscaba capturar no solo la apariencia física, sino también la inocencia, dulzura y personalidad del niño retratado.
Además, en las clases altas y la aristocracia, el retrato infantil representaba un símbolo de estatus. Encargar un retrato a un pintor reconocido era una muestra del poder económico y social de la familia. A través de la vestimenta, los juguetes o los escenarios representados, estos retratos también comunicaban valores, expectativas y roles asignados a los niños dentro de su entorno.
Durante la dominación colonial española, en las colonias, se desarrolló una pintura principalmente religiosa, destinada a cristianizar a los pueblos indígenas. Los pintores locales tenían como modelo las obras españolas, que seguían de forma literal en cuanto a la estética, tipos e iconografía. Los modelos más frecuentes fueron los ángeles arcabuceros y las vírgenes triangulares, sin embargo, en los primeros años del siglo XIX, ya en tiempos de la independencia y apertura política de algunas de las colonias, varios artistas comenzaron a representar un nuevo modelo de pintura con una identidad propia.