ANDRÉ CLUYSENAAR (Bélgica, 1872- 1939).
“Bodegón de flores”.
Óleo sobre lienzo.
Firmado en el ángulo inferior izquierdo.
Medidas: 45 x 54 cm; 54 x 63 cm (marco).
En esta obra, de herencia impresionista, el autor deja a un lado la captación descriptiva del natural para enfatizar la luminosidad y el cromatismo del bodegón, a través de una paleta casi fauvista en algunos detalles, que evita los colores opacos y juega con la yuxtaposición de tonos complementarios.
André Alfred Edmond Cluysenaar, fue un pintor belga conocido sobre todo por sus retratos y temas femeninos. Hijo de Alfred Cluysenaar (1837-1902), pintor histórico de gran prestigio y maestro de André, quien en un primer momento siguió los pasos de su padre, dedicándose a la pintura de temática histórica y después estudió con François-Joseph Navez. Inicialmente trabajó como escultor, pero a partir de 1902 se dedicó por completo a la pintura. En 1902, André Cluysenaar expuso un retrato de su esposa con su hija en el Salón de la Sociedad de Bellas Artes. El éxito de este cuadro le abrió las puertas a numerosos encargos de la alta sociedad bruselense. Hasta el estallido de la guerra, siguió siendo un retratista muy solicitado en Bruselas. Debido a su matrimonio, toda la familia se embarcó fácilmente hacia Inglaterra en 1914. Durante la guerra, André Cluysenaar pintó retratos de muchas personalidades inglesas.
Aunque al principio se mantuvo fiel al estilo romántico, pintando bodegones y escenas de género, más tarde se pasó al impresionismo y pintó sobre todo figuras femeninas, a menudo semidesnudas.