HENRI PAUL ROYER (Nancy, Francia, 1869 - Neuilly-sur-Seine, Francia, 1938).
“La esfinge”, ca. 1930.
Óleo sobre lienzo.
Firmado en el ángulo inferior derecho.
Con antigua etiqueta de exposición fechada en 1935 en el reverso. Expuesta en el Salón de París con el título: «La esfinge».
El famoso fotógrafo Albert Harlingue (1879-1964) fotografió a Henri Royer en su estudio mientras pinta este cuadro con su modelo.
Medidas: 97 x 130 cm; 118 x 152 cm (marco).
La mujer es un motivo recurrente en la obra de Henri Paul Royer. En esta pieza nos revela a una figura femenina elegantemente reclinada sobre un diván, arropada por cojines suntuosos y tejidos luminosos. La joven dirige al espectador una mirada orgullosa y desafiante, pero sin embargo mostrando la misma belleza delicada y seductora propia de los tipos femeninos de Royer. Esto queda además reflejado, de forma sutil, a través de elementos puramente plásticos como es el del contraste entre la frialdad casi metálica del elegante vestido de la modelo y la calidez, blandura y suavidad de las carnaciones, rosadas en el rostro y algo más nacaradas en el pecho y los brazos. Su extenso y etéreo vestido de noche, en un vibrante azul turquesa de tafetán y tul, cubre el sofá, llenando la escena de luz. La precisión de su dibujo y la armonía de sus colores son notables y equilibradas.
Pintor costumbrista, retratista y paisajista, Henri Paul Royer ingresó en la Escuela de Bellas Artes de Nancy, donde conoció a Émile Friant. Allí siguió las clases de Antoine Vierling y Louis-Théodore Devilly y expuso sus primeras obras en el Salón de Nancy. En 1888 se matriculó en la Academia Julian de París, donde fue alumno de Jules Joseph Lefebvre y Gustave Boulanger. En 1890, debutó en el Salón con el lienzo titulado «Le Vagabond», por el que recibió una mención honorífica. Recibió varios premios, entre ellos una medalla de oro en la exposición de bellas artes con motivo del jubileo del emperador Francisco José en Viena y la medalla de plata en la Exposición Universal de 1900. Viajó por América del Sur y del Norte, donde permaneció durante mucho tiempo, y recorrió Europa. Su viaje a Bretaña en 1896 le marcó profundamente y, hasta el final de su vida, Royer se dedicó a pintar temas bretones. En 1900 fue nombrado caballero de la Legión de Honor. En 1901 le propusieron dirigir el taller femenino de la Academia Julian, cargo que aceptó. Profesor de la Academia Julian de París y de la Escuela de Bellas Artes de París, Henri Royer tuvo numerosos alumnos en su taller. En 1906, participó en la decoración de la villa Majorelle en Nancy. En 2008 se organizó una exposición en Audierne para rendir homenaje al pintor. Sus obras forman o han formado parte de colecciones como la del Museo del Louvre, el MET de Nueva York, el Museo de Orsray, el Petit Palais de París, el Museo de Bellas Artes de Nancy, el Museo de Bellas Artes de Brest y el Museo de Bellas Artes de Quimper, entre otras importantes instituciones.