CARLE VERNET (Burdeos, 1758–París, 1836).
"Retrato de joven militar".
Óleo sobre lienzo.
Medidas: 66,5 x 53,5 cm.; 81,5 x 68,5 cm.(marco).
Este retrato de joven militar encarna con maestría el virtuosismo técnico y la elegancia compositiva característica del Carle Vernet, quien se especializó en temas ecuestres y retratística militar. El busto ha sido plasmado con una precisión casi miniaturista. El porte altivo y los sutiles matices de la expresión facial transmiten gallardía y nobleza. Es un semblante casi adolescente, con un bigote incipiente y mejillas encendidas cuyo rubor contrasta con la tez alabastrina. Dirige sus ojos azules hacia un punto indefinido fuera del cuadro, lo que confiere a la escena una atmósfera de introspección y expectativa.
La luz, sabiamente dirigida, modela el rostro con suavidad, destacando la tersura de la piel y el brillo húmedo de los ojos, logrando una sensación de inmediatez casi teatral. El uniforme es rico en detalles: el cuello alto, adornado con bordados y ribetes escarlata, así como las charreteras doradas, reveln el rango del personaje, posiblemente un joven oficial de alguna guardia de élite. El fondo oscuro y neutro es típico de la retratística académica del primer tercio del siglo XIX y permite que la figura emerja con toda su fuerza expresiva, sin distracción alguna.
Carle Vernet, heredero de una ilustre dinastía de pintores, destaca por su habilidad para conjugar el rigor académico con una sensibilidad romántica.
Antoine-Charles-Joseph Vernet, más conocido como Carle Vernet, estudió con su padre el pintor Claude Joseph Vernet y con Nicolas-Bernard Lépicié. Ganó el Premio de Roma y, entre 1782 y 1783, fue becario en el palacio Mancini. En 1789, gracias a su obra Triunfo de Paul Émile, fue agregado en la Academia Real de París, donde expuso regularmente. Sus primera especialidad fueron los cuadros de caza, de caballos y retratos ecuestres: El duque de Orleans (1788, Museo Condé, Chantilly), El duque de Chartres (1788, Historical Society, Nueva York). Durante el reinado de Napoleón Bonaparte realizó grandes cuadros de batallas, como La batalla de Marengo y Mañana en Austerlitz (1808), o el Bombardeo de Madrid y la Toma de Pamplona (1824), todos ellos en el palacio de Versalles. Tras la restauración borbónica fue pintor de cámara de Luis XVIII,[2] para el que realizó sobre todo cuadros de caza y carreras: Carrera de los barbos (1826, Museo de Aviñón), Caza del gamo el día de san Huberto, en 1818, en los bosques de Meudon (1827, Museo del Louvre, París). Su hijo Horace Vernet fue también pintor. Entre sus discípulos se encuentra Théodore Géricault. Fue miembro de la Academia de Bellas Artes y caballero de la Legión de Honor.