FREDERIK MARINUS KRUSEMAN (Haarlem, Países Bajos, 1816- Saint-Gilles, Bélgica, 1882).
“Paisaje estival con un castillo cerca de la costa”, ca. 1851.
Óleo sobre lienzo.
Firmado y fechado.
Procedencia: Mak van Waay Ámsterdam 05-06-1973. Lote 156.
Colección privada Bélgica.
Medidas: 69 x 98,5 cm; 87 x 117,5 cm (marco).
El que ahora licitamos es un cuadro de Frederik Marinus Kruseman bellamente ejecutado, que muestra la sensibilidad romántica que caracterizó gran parte del arte holandés del siglo XIX. Representa una idílica escena campestre centrada en una pintoresca capilla o pequeña iglesia con una arquitectura distintiva holandesa. El edificio cuenta con un encantador campanario rematado con una cruz, cálidas paredes de color terracota y característicos frontones escalonados. La composición está magistralmente equilibrada, con grandes y elegantes árboles que enmarcan la escena a ambos lados, creando un efecto de viñeta natural.
Kruseman demuestra una notable habilidad en su técnica de pintura al óleo: muestra una pincelada precisa en los detalles arquitectónicos y la definición del follaje, una sutil modulación del color que crea una perspectiva atmosférica, un manejo experto de la luz y la sombra para crear profundidad y dimensionalidad, y una aplicación suave del óleo con una cuidadosa mezcla, típica de las tradiciones pictóricas holandesas del siglo XIX.
Esta obra representa el estilo maduro de Kruseman, en el que combina la precisión técnica de los antiguos maestros holandeses con la sensibilidad romántica de su época. La pintura habría atraído a los coleccionistas del siglo XIX que buscaban vistas nostálgicas e idealizadas de la vida rural holandesa.
A nivel biográficos, sabemos que Frederik Marinus Kruseman creció en una familia de artistas. Su padre era un conocido retratista, y esta temprana exposición al arte sentó las bases de su propio desarrollo artístico. Desde muy joven, mostró un notable talento para la pintura, y su padre le animó a desarrollar aún más sus habilidades. A los 19 años Kruseman ingresó en la Real Academia de Bellas Artes de Ámsterdam, donde recibió su formación artística. Durante sus estudios se inspiró en el movimiento romántico, que buscaba expresar la emoción y la imaginación en el arte. Estas influencias marcarían profundamente su obra posterior. Kruseman realizó varios viajes por Europa, entre otros a Alemania e Italia, donde se inspiró en la naturaleza, la arquitectura y los paisajes históricos. Estos viajes contribuyeron a la diversidad de su obra y le proporcionaron nuevas perspectivas sobre el uso del color y la composición. En 1843, Kruseman debutó en la Exposición de Maestros Vivos de La Haya, lo que le valió el reconocimiento y la apreciación de su talento artístico. Se convirtió en un artista muy apreciado y su obra se expuso regularmente en su país y en el extranjero. Además de su actividad pictórica, Kruseman también participó en la fundación del Club de Grabado de Haarlem en 1856, donde los artistas se reunían para explorar el arte del grabado. Actualmente su obra se conserva en el Frans Hals Museum de Haarlem, Países Bajos, en el Nijmeegs Museum de Commanderie van Sint Jan de Nijmege, Países Bajos, en la Biblioteca Real Albert I de Bruselas, en el Stedelijk Musea Kortrijk / Coutrai de Bélgica, en el Museum der Bildenden Künste de Leipzig, Alemania, y en el Hamburger Kunsthalle de Hamburgo.