JOAQUÍN DOMÍNGUEZ BÉCQUER (Sevilla, 1817 – 1879).
“Patio con personajes”.
Óleo sobre lienzo.
Poseen marcos del siglo XIX.
Firmados en la zona inferior derecha.
Medidas: 60 x 80 cm.; 84 x 103 cm (marco).
Joaquín Domínguez Bécquer aprendió los primeros rudimentos del arte de la pintura de la mano de su primo José, iniciador de esta destacada dinastía de pintores, y a su vez fue maestro de su sobrino Valeriano Bécquer, hermano de Gustavo Adolfo. A continuación, el joven pintor ingresó en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla de Santa Isabel, institución de la que, con los años, llegaría a ser catedrático y director, además de académico desde 1847. Fue asimismo miembro de la Real Academia Sevillana de las Buenas Letras, uno de los fundadores del Liceo Artístico de su ciudad natal, y recibió el encargo de Isabel II de dirigir los trabajos pictóricos realizados con ocasión de la restauración de los Reales Alcázares de Sevilla. Fue pintor honorario de cámara de la reina a partir de 1850, así como maestro de dibujo de sus sobrinos. Máximo exponente de la pintura costumbrista sevillana, considerado creador de la escuela romántica hispalense, también se dedicó al retrato y a la pintura de historia. Su estilo, de gran corrección académica derivada de un profundo conocimiento de la pintura antigua española, se caracterizó por el sentido escenográfico de sus pinturas al aire libre, con un rico juego de contrastes lumínicos que otorgan profundidad a las obras. La relevancia de Domínguez Bécquer en la Sevilla de mediados del siglo XIX le permitió acceder al selecto círculo de amistades de los duques de Montpensier, establecidos en la ciudad hispalense en 1848 y principales mecenas e impulsores de la renovación del panorama artístico local. Especialmente, durante estos años experimentó un gran desarrollo la pintura de género, que difundía el mito romántico de España con Andalucía como centro absoluto del encanto exótico que los viajeros extranjeros buscaban en la Península. De este costumbrismo español participó Domínquez Bécquer en numerosas ocasiones. Domínguez Bécquer está representado en el Museo del Prado, el de San Telmo en San Sebastián, el Museo Romántico de Madrid, el Bonnat de Bayona, los de Bellas Artes de Sevilla y Huelva, y el Thyssen-Bornemisza, entre otros.