JOSÉ MASRIERA MANOVENS (Barcelona, 1841 - 1912).
Sin título, 1873.
Óleo sobre lienzo.
Presenta múltiples repintes y restauraciones.
Firmado y fechado en la zona inferior derecha.
Medidas: 115 x 140 cm.
En este bodegón de Masriera, cuidadosamente dispuesto en un interior sobrio, la mesa se convierte en un pequeño altar a la Antigüedad clásica. Sobre ella, una serie de objetos cuidadosamente seleccionados dialogan entre sí en una composición cargada de simbolismo y erudición: un busto clásico de mármol preside la escena, su expresión serena y atemporal evocando la idealización del mundo grecorromano. A su lado, una cerámica de figuras negras, típica del arte ático, introduce una nota arqueológica y decorativa, conectando la plástica antigua con el coleccionismo moderno.Un escudo, un casco y una espada, elementos de armamento clásico, añaden un matiz heroico al conjunto, apelando al imaginario épico de los guerreros homéricos. Un laúd, situado con delicadeza entre las armas, suaviza la atmósfera aludiendo al arte, la poesía y la música como contrapesos a la violencia.
Pintor y platero, inicia su formación artística en el taller de su padre, Josep Masriera Vidal. A continuación ingresa en la Escuela de Bellas Artes de La Lonja de Barcelona, donde recibe la influencia del paisajista Luis Rigalt, para finalmente completar sus estudios en París. Como pintor se dedicó al paisaje detallista, normalmente inspirado por los alrededores de San Andrés de Llavaneras, en la provincia de Barcelona. Participó en exposiciones en Barcelona, Madrid, Zaragoza, Munich, Berlín y otras muchas ciudades. Sus sucesivos viajes a París le sirvieron para entrar en contacto con las diferentes tendencias del paisajismo francés, y muy pronto alcanza el éxito gracias a las obras presentadas tanto en la Exposición Internacional de París (tercera medalla) como en las Nacionales de Bellas Artes de Madrid (tercera medalla en 1878 y 1897) y la de Barcelona (primera medalla en 1909). Fue académico de Ciencias y Artes (1873) y de las Bellas Artes de Sant Jordi, y presidió el Círculo Artístico. Publicó biografías de artistas catalanes de la generación anterior a la suya, como Luis Rigalt, Claudio Lorenzale o Francisco Miquel, además de obras sobre estética como “Influencia del estilo japonés en las artes europeas” (1885). Está representado en el Museo Nacional de Arte de Cataluña y en el Museo del Prado entre otros, así como en importantes colecciones privadas internacionales.