Escuela francesa, siglo XIX.
“Retrato femenino”.
Miniatura al óleo.
Medidas: 9 x 7,5 cm; 14,5 x 13 cm (marco).
Miniatura al óleo representando a una dama de rostro marfileño, ligeramente arrebolado, con el cabello negro y ensortijado, que enmarca su óvalo facial con gracia. Viste un vestido con el escote ribeteado de tul, en el que el pintor muestra gran habilidad en la captación de las veladuras.
Desde el Renacimiento los retratos en miniatura, enmarcados en un círculo u óvalo, eran piezas para la contemplación privada. Consideradas como alhajas, en el siglo XVII se convierten en piezas de adorno personal o en objeto de regalo, al ser montadas como joyas. Se realizaban en una gran variedad de técnicas, como el óleo sobre cobre, estaño o marfil, las aguadas sobre pergamino o cartulina y, desde el siglo XVIII, la acuarela sobre marfil. Este delicado arte se irá perdiendo desde la segunda mitad del siglo XIX, en paralelo al desarrollo de la fotografía. Lo más común en este tipo de piezas, durante el siglo XIX, eran las representaciones historicistas, frecuentemente ambientadas en el siglo precedente.