Círculo de CAMILLE COROT, (París, 1796 – 1875).
"Baile campestre".
Óleo sobre lienzo.
Con firma apócrifa.
Medidas: 27 x 35 cm., 37 x 45 cm. (marco).
Pintura de escuela francesa englobada en el círculo de Corot. El cuadro de las ninfas bailando en un claro de bosque, el célebre óleo de Corot, inspira este paisaje, en el que la figura también quedan empequeñecidas ante la majestuosidad de la naturaleza. Destaca la captación atmosférica, las suaves gamas irisadas que construyen vaporosas copas en los árboles y hacen juguetear la luz sobre el prado.
Camille Corot nació en París pero se crió en Ruan, donde adquirió el gusto por la naturaleza. Inició su formación artística en el estudio del reputado paisajista Achille-Etna Michallon, y posteriormente la continuaría junto a Jean-Victor Bertin, paisajista clásico. Definitivos en la configuración de su estilo y estética fueron sus viajes a Italia; allí descubrió la luz, y a través de ella el lenguaje pictórico de la modernidad. Expuso en el Salón de París desde 1827, siendo premiado con segunda medalla en 1833 y 1849. Fue asimismo miembro del jurado en varias ocasiones, y en la Exposición Universal de París de 1855 obtiene una medalla de primera clase. Finalmente, en el Salón de 1860 su “Danza de las ninfas” obtiene un éxito sin precedentes. La influencia de Corot fue decisiva en los primeros pasos de Monet, Renoir y Berthe Morisot, así como en toda la obra de Pissarro, aunque no vio con simpatía al impresionismo como grupo, debido a la rebeldía antiinstitucional de dichos jóvenes. Su obra está en el origen del impresionismo, junto con la de Boudin y Jongkind, y sin él quizás no hubiera sido posible el valor espacial y constructivo que, años después, Cézanne le daría a la pincelada impresionista. Por otro lado, fue el primero en darle carta de naturaleza a la pintura al aire libre. Actualmente Camille Corot está representado en los más destacados museos de todo el mundo, entre ellos el Louvre, el Hermitage, el de Orsay, la National Gallery y el British Museum de Londres, el Museo Albertina de Viena y el Thyssen-Bornemisza de Madrid.