VICTOR-GABRIEL GILBERT (París, 1847-1933)
"La Marchande de Fleurs à Paris". 1899.
Óleo sobre tabla.
Firmado y fechado en el ángulo inferior izquierdo.
Adjunta certificado de Noé Willer.
Medidas: 55 x 45 cm.; 81 x 71 cm.(marco).
La pintura “La Marchande de Fleurs à Paris” es una espléndida escena urbana que resume con precisión y encanto el espíritu del París finisecular, plasmado con el realismo elegante característico del artista. La obra combina la sensibilidad narrativa de la pintura de género con la minuciosidad técnica del naturalismo francés.
En el centro de la composición aparece una vendedora de flores junto a su carro lleno de ramos frescos, que ofrece un ramillete de rosas a una dama. El contraste entre ambas figuras —la trabajadora humilde con su cofia o pañuelo de algodón anudado al cuello, y la dama vestida con refinamiento burgués— introduce un delicado diálogo social, típico de las escenas parisinas de la época.
La escena transcurre en un día lluvioso, perceptible en el suelo brillante y mojado que refleja los colores del entorno. El artista capta magistralmente los efectos de la humedad y la luz difusa sobre el suelo, aportando una atmósfera viva y tangible. Transeúntes solitarios o en pareja caminan con los paraguas cerrados en la mano. Un hombre con sombrero de copa y levita se acerca por la acera de la izquierda mientras los carruajes se cruzan por la calzada. El rótulo de un café en la esquina sugiere el pulso cotidiano de la ciudad moderna.
Las flores (rosas, crisantemos, violetas...) aportan la nota de color vibrante dentro de una paleta dominada por los grises perlados y marrones húmedos del asfalto parisino. Su brillo y frescura contrastan con la sobriedad de las figuras, cumpliendo una función simbólica y compositiva: son el corazón cromático y emocional del cuadro.
El estilo de Gilbert, formado en la tradición académica y cercano a artistas como Jules Bastien-Lepage o Jean Béraud, se distingue por su naturalismo atento a la vida urbana, su precisión en el detalle y su capacidad para captar la luz ambiental con una sensibilidad casi impresionista. Sin renunciar al dibujo claro y al modelado cuidadoso, el artista logra transmitir movimiento y atmósfera, haciendo del cuadro una auténtica instantánea de la vida parisina de fin de siglo.
Victor Gabriel Gilbert fue un pintor francés conocido principalmente por sus escenas parisinas y por retratar escenas de mercado en esa ciudad. Estudió con Victor Adam (1801-1866) y posteriormente con Charles Busson (1822-1908). En 1889 fue galardonado con una medalla de plata en la Société des Artistes Français y, al final de su carrera, con el premio Bonnat en 1926. Expuso en el Salón de Artistas Franceses entre 1873 y 1881, en la Exposición de Munich de 1883, en la de Viena de 1894 y en la de Londres de 1908. Obras en museos: Palais des Beaux-Arts, Lille; Musée Carnavalet, París; Philadelphia Museum of Art; Petit Palais, París; Musée Goupil, Burdeos; Museo de Bellas Artes, Castillo de Dieppe, entre otros.
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