CÉSAR MANRIQUE CABRERA (Lanzarote, 1919 – 1992).
“Después de la lluvia", 1980.
Técnica mixta (con adición de materia) sobre lienzo.
Firmado en el ángulo inferior derecho. Firmado, fechado y titulado en el reverso.
Medidas: 50 x 61 cm.; 70 x 81 cm. (marco).
Pintor, escultor y arquitecto, Manrique se formó entre Lanzarote y Madrid, donde estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando. Ya en 1942 debuta individualmente en Lanzarote, y durante los años cincuenta, con el auge del surrealismo funda la galería Fernando Fe, la primera no figurativa de España. Durante estos años realizó diversos murales en Lanzarote y expuso su obra en varios países. En 1964 se traslada a Nueva York donde expuso, entre otras, en la galería Catherine Viviano. Dos años después se instala definitivamente en Lanzarote donde, junto al arquitecto Fernando Higueras, acomete diversos proyectos dentro de la isla. En 1992, pocos meses antes de su fallecimiento en un accidente de tráfico, se inauguró la Fundación que lleva su nombre en Lanzarote. Su labor artística le valió galardones como la Medalla de Oro de Bellas Artes (1980), el premio Goslarer Monchenhsus en Alemania (1981), el Van D’Aheod en los Países Bajos (1982) y el Fritz Schumacher de Hamburgo (1989), entre otros. Está actualmente representado en el Museo de Arte Abstracto Español y en el Centro Atlántico de Arte Moderno, entre otros centros y colecciones.
En su obra, tanto pictórica como escultórica y, sobre todo, arquitectónica, Manrique entra en diálogo con las raíces canarias, con la cultura guanche, con sus construcciones tradicionales, su paisaje, su folklore, su arte pre-hispánico. En esta pieza rinde homenaje a todo ese legado, en una obra donde la materia, que remite a la tierra, a los volcanes, al fuego que “construyeron” y definieron la isla de Lanzarote, es parte esencial.