ENRIQUE BRINKMANN (Málaga, 1938).
“Ojo de dragón”, 1963.
Técnica mixta sobre papel.
Enmarcado con cristal museo.
Firmado y fechado en el ángulo inferior izquierdo.
Medidas: 49 x 64 cm; 59 x 75 cm (marco).
El imaginario artístico de Enrique Brinkmann puede estructurarse entorno a seis etapas de producción. La cuarta etapa, a la que pertenecería la obra que se presenta, se desarrolla entre 1977 y 1991, pero debido a su complejidad y dinamismo evolutivo se subdividiría en dos periodos: El primero, sin que suponga un abandono de la figuración se abre a una mayor parcelación de la forma, a una mayor preocupación por la construcción espacial de la figura y del cuadro en general,caracterizada por zonas vacías atravesadas de vez en cuando por alguna línea; el segundo se caracteriza por la definitiva descomposición de la figura y el imparable avance de la abstracción, con numerosas raspaduras en el lienzo.
Pintor y grabador de formación autodidacta, Brinkmann se inició a la pintura en la década de los cincuenta y pronto formó parte en Málaga del Grupo Picasso , colaborando en el Movimiento Artístico del Mediterráneo. En 1961 viajó a Alemania, país en el que estuvo viviendo tres años en las ciudades de Berlín y Colonia, a la vez que mantenía contacto con el grupo "Fluxus", ilustrando partituras musicales para Cornelius Cardew. Posteriormente se estableció en Roma para volver en 1966 a Málaga y asentarse en su ciudad natal, aunque desde 1992 trabaja y reside largas temporadas en Madrid. Prosigue con una labor intensa y extensa, con implicaciones en talleres y otras actividades relacionadas con las artes plásticas. A lo largo de su prolífica carrera, Enrique Brinkmann ha pasado por hasta seis etapas formativas, siempre respetando la esencia que lo caracteriza. Brinkmann ha celebrado exposiciones en España, Estados Unidos, Italia, Alemania, Bélgica y Suiza, y ha obtenido premios como el de dibujo del Salón de Otoño de la Haus der Kunst en Munich, el del Festival Internacional de Pinturas Cagnes-sur-Mer en Francia y el Premio Nacional de Grabado en Madrid, entre otros. Actualmente está representado en el MOMA de Nueva York, el Reina Sofía de Madrid, el Albertina de Viena, el Wallraf-Richartz de Colonia, el de Arte Abstracto de Cuenca y la Fundación Juan March, entre muchas otras instituciones tanto públicas como privadas.