Icono ruso, siglo XX.
"Cristo".
Témpera sobre tabla.
Medidas: 33 x 22 cm.; 65 x 52 (marco).
Los iconos ortodoxos responden a una tradición ajena a la pintura de índole representativa. En los iconos todo tiene un simbolismo: el color debe expresar la luminosidad interior, una luz que no procede del mundo físico. En ellos tampoco existe el espacio habitual, como tampoco existen acontecimientos convencionales. El icono es una ventana abierta a un mundo de naturaleza espiritual.