JEAN JOVENEAU (París, 1888 - 1950).
“Retrato de Marie Laurencin”, 1914.
Óleo sobre lienzo.
Firmado en la parte superior derecha. Fechado en 1914 en el reverso.
Medidas: 100 x 81 cm; 120 x 100 cm (marco).
En esta obra de 1914, Jean Joveneau nos presenta un vívido retrato de la pintora Marie Laurencin, encarnando a una artista de carácter, libre e independiente. A sus 31 años, Laurencin, una mujer moderna y emancipada, se muestra divertida y provocadora. Juega con los códigos masculinos y femeninos al combinar una chistera, tradicionalmente usada por hombres para salir, con un atuendo femenino compuesto por un vestido de noche, un abanico y guantes blancos. Jean Joveneau supo, al margen de los esquemas convencionales, realzar esta personalidad de rostro atípico. Los colores suaves retoman los tonos de la paleta de Marie Laurencin.
Jean Joveneau se formó en la Escuela de Bellas Artes, en la Academia Julian, en el taller de Tony Robert-Fleury y finalmente con el paisajista Luigi Loir. Al principio de su carrera tuvo un taller en el bulevar Henri IV, donde realizó, además de naturalezas muertas de flores, vistas de la isla Saint-Louis. Posteriormente se centró en grandes naturalezas muertas y amplios paisajes en los que buscaba una armonía plástica de tendencia cubista, pero sin llegar nunca a la abstracción. Debutó en el Salón en 1903 y obtuvo sus primeros éxitos en 1908. Llamó la atención del galerista Bernheim Jeune, que expuso su obra en 1911 junto a Maximilien Luce y Henri Matisse, y le dedicó una exposición individual en 1923. También expuso en el extranjero (Colonia, Roma o Hannover, entre otras ciudades europeas). Sus obras son muy apreciadas por coleccionistas franceses y extranjeros. Robert de Rothschild compró varios cuadros de Joveneau.