AURELIO PESCINA (Méjico, 1938- 1990).
Sin título.
Óleo sobre lienzo.
Firmado en el ángulo inferior derecho.
Medidas: 60 x 80 cm.
En esta obra del artista mexicano Aurelio Pescina, se presenta un paisaje montañoso de gran riqueza cromática y sensibilidad narrativa, en el que la vida cotidiana del mundo rural se entrelaza con la inmensidad serena de la naturaleza. La composición está estructurada con claridad: en primer plano, un río de aguas tranquilas fluye a través del paisaje, bordeado por una orilla donde varias figuras femeninas, representadas con formas simplificadas y expresivas, se dedican a tareas domésticas como el lavado de ropa. Estas mujeres, integradas armónicamente al entorno, no son meros accesorios visuales, sino portadoras de una cotidianidad ancestral que ancla la escena en la memoria colectiva de la vida rural mexicana.
En el plano medio y al fondo, se despliega una serie de montañas onduladas que sostienen, en una de sus laderas, un pequeño pueblo pintado con colores vivos y formas elementales. Las casas se agrupan en una configuración que sugiere comunidad, abrigo y arraigo, evocando la organización típica de los pueblos serranos. La arquitectura está representada con una sencillez formal que responde al estilo naíf o primitivista que caracteriza la obra de Pescina: un lenguaje visual que prescinde de las convenciones académicas de la perspectiva y el modelado, para dar paso a una expresión directa, emotiva y profundamente humana.
El color es, sin duda, uno de los elementos centrales de esta pintura. Pescina utiliza tonos intensos y contrastantes, verdes saturados en la vegetación, azules brillantes en el río, ocres y rojos en las construcciones, no como una herramienta de mímesis, sino como un medio para acentuar la vitalidad del paisaje y la fuerza simbólica de la escena. Esta paleta vibrante convierte al entorno natural en un protagonista , dotado de energía y carácter propio, en diálogo constante con las figuras humanas.
Lejos de una visión idealizada o folklorizante, la obra de Pescina transmite una mirada hacia el mundo rural, donde lo cotidiano adquiere una dimensión poética y contemplativa.