MANOLO QUEJIDO (Sevilla, 1946).
“Mallorca”; 2004.
Acrílico sobre cartulina.
Firmado y fechado en el ángulo inferior izquierdo.
Medidas: 63 x 50 cm.
Mallorca fue una temática recurrente en la pintura de Quejido, quien le dedicó varias series. Esta obra se centra en una imagen cotidiana. donde el exterior se funde con el interior que se aprecia a través de un vano que se abre en el centro hacia el paisaje. En este caso el tema se centra en la figura del pintor y la modelo, tema recurrente en la tradición artística. Es evidente la influencia de Matisse en la concepción de las formas corporales de la modelo, además de un pequeño guiño a Warhol en la silueta de la flor que aparece en la escena.
Manolo Quejido está considerado como uno de los artistas más destacados de la generación que practicaba la nueva figuración. Fue miembro integrante de la Nueva Figuración Madrileña y pionero de la utilización de los ordenadores con fines creativos en España. Su pintura se mueve entre lo cotidiano y lo monumental, y se caracteriza por un cromatismo vibrante cargado de una alegría vital y festiva. Su producción artística, en la que adopta una actitud irónica y provocadora, bebe de la tradición figurativa, que resuelve en grandes formatos con amplias superficies de color y pinceladas gestuales. En 1997 el IVAM Instituto Valenciano de Arte Moderno organiza la exposición “Manolo Quejido. 33 años en resistencia”, en la que pudieron verse más de un centenar de sus obras. Ha protagonizado numerosas muestras individuales y colectivas, entre las que cabe destacar la que tuvo lugar en el IVAM, “Manolo Quejido. 33 años en resistencia”, en la que pudieron verse más de un centenar de sus obras. Su obra forma parte de museos y colecciones públicas como el Artium Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo (Vitoria), CAAC Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (Sevilla), IVAM Instituto Valenciano de Arte Moderno (Valencia) o MNCARS Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid).