OLEG EDUARDOVICH NIKOLYUK (1926- 2007).
“Ha bebe”, 1992.
Óleo sobre lienzo.
Firmado y fechado en el ángulo inferior derecho. Firmado, fechado y titulado al dorso.
Medidas: 90 x 120 cm.
Esta obra de Oleg Eduardovich Nikolyuk se inscribe dentro de una estética de corte expresionista con resonancias simbólicas. La escena presenta una arquitectura fragmentada, casi en ruinas, que combina elementos de templos, cúpulas y arcos en diálogo con un paisaje marítimo o fluvial, donde el agua ocupa gran parte del espacio pictórico. La composición está construida a partir de masas volumétricas, con una paleta dominada por ocres y azules verdosos que evocan tanto la dureza de la piedra como la fluidez del cielo y del agua.
El uso de la pincelada enérgica y de contornos difusos refuerza la atmósfera de inestabilidad, como si el paisaje estuviera suspendido entre la solidez del monumento y la disolución en lo etéreo. La cruz oscura en primer plano funciona como eje simbólico, cargando de dramatismo la obra y sugiriendo una reflexión sobre la fragilidad de lo humano frente al tiempo y la historia.
En su conjunto, la pintura articula una visión poética y melancólica, en la que la ruina se convierte en metáfora de la memoria y de la persistencia cultural, al mismo tiempo que se abre a la reinterpretación contemporánea de la tradición arquitectónica y espiritual rusa.
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