ANTONI CLAVÉ I SANMARTÍ (Barcelona, 1913 – Saint Tropez, Francia, 2005).
“Roi”, c. 1959.
Óleo sobre papel Marouflé sobre lienzo.
Adjunta certificado emitido por los Archivos Clavé y firmado por Natalie Clavé, en enero de 2019 en Paris. Numero de registro 59HPMT62.
Presenta al dorso etiqueta de la Galería Taménaga (París).
Firmado en el ángulo inferior derecho.
Medidas: 81 x 64,5 cm; 92 x 72 cm (marco).
En esta obra Clavé explora la figura del rey como un arquetipo universal, despojado de solemnidad y revestido de un aura ambigua que oscila entre lo majestuoso y lo grotesco. La pintura, de marcada expresividad matérica, combina texturas densas, gamas terrosas y contrastes lumínicos que intensifican la carga dramática de la composición. El “Roi” de Clavé no es un retrato de corte clásico, sino una deconstrucción simbólica: el poder aparece humanizado, vulnerable y casi lúdico, en sintonía con el interés de la posguerra europea por cuestionar los símbolos tradicionales de autoridad.
En comparación con otros artistas de su tiempo, la obra dialoga con los experimentos de Jean Dubuffet y el art brut, así como con el informalismo europeo de Antoni Tàpies, quienes compartían la búsqueda de un lenguaje pictórico que priorizara la materia, el gesto y la expresión sobre la representación académica. Clavé desarrolla un imaginario propio en el que la figura del rey se convierte en una especie de máscara arquetípica, un espejo deformado de la condición humana.
Esta temática fue fundamental en su trayectoria: las series de reyes, reinas y guerreros permitieron a Clavé indagar en el teatro del poder y en la memoria colectiva, creando un repertorio de personajes que, más que retratos, son presencias totémicas.
Antoni Clavé es una de las más relevantes figuras del arte contemporáneo español. Formado en la Escuela de Bellas Artes de San Jordi de Barcelona, Clavé se dedica en un primer periodo al grafismo publicitario, la ilustración y las artes decorativas. En 1936 toma parte activa en la Guerra Civil, en las filas republicanas, lo que le lleva a exiliarse a Francia al terminar la contienda. Este mismo año de 1939 expone los dibujos que realizó en los campos de batalla. Se instala en París, donde conoció a Vuillard, Bonnard y Picasso. Fue premiado en la Hallimark de Nueva York en 1948, en la Bienal de Venecia de 1954 y en la Bienal Internacional de Tokio de 1957. En 1984 el Estado Español reconoció su valía artística con la exposición de más de cien de sus obras en el pabellón español de la Bienal de Venecia. Ese mismo año le fue concedida la Medalla de Oro de la Generalitat de Cataluña. La obra de Clavé se encuentra, entre muchos otros, en los museos de Bellas Artes de Bilbao, Tate Gallery, de Arte Moderno de París, el British Museum de Londres, de Arte Moderno de Tokio y en el Reina Sofía de Madrid.