NIKOS KESSANLIS (Salónica, 1930 – Atenas, 2004)
"Moulins".1957.
Óleo sobre lienzo.
Firmado y fechado en el margen inferior.
Medidas: 140 x 180 cm.
La pintura “Moulins” presenta un campo pictórico de gran dinamismo. Sobre un fondo azul claro,se articulan formas que evocan hélices o aspas en movimiento. Estas formas se despliegan mediante líneas curvas y arcos en un azul más intenso, que parecen rotar alrededor de pequeños núcleos rojos, a veces con trazos verdes que se entremezclan con el fondo o lo atraviesan.
El lienzo no está completamente cubierto: zonas blancas o sin pintar dejan ver la textura del soporte y generan una sensación de aire y vibración, reforzando la idea de movimiento. La composición no se centra en un único punto, sino que la energía se dispersa en diferentes direcciones, sugiriendo una dinámica centrífuga o giratoria, casi como si el viento o la energía cinética se hicieran visibles.
La paleta cromática (azules, rojos, verdes y blancos) crea contrastes fríos y cálidos, luz y sombra, densidad y vacío, lo que acentúa la sensación de rotación. La pincelada es libre y gestual, cercana a la abstracción lírica o al informalismo.
El título "Moulins" orienta la lectura hacia el movimiento cíclico, la energía y la transformación. Las hélices o aspas pueden interpretarse como símbolos de fuerza vital, como estructuras visuales del movimiento mismo, una constante preocupación del arte europeo de posguerra.
El fondo azul podría aludir al espacio, al aire o al mar, ámbitos donde el movimiento es fluido e inasible. Los núcleos rojos, en contraste, anclan el movimiento, marcando centros de energía. Todo el conjunto sugiere una tensión entre orden y caos, entre estructura y espontaneidad.
En 1957, Kessalins se encontraba en una etapa temprana de experimentación abstracta, tras su formación en Atenas y sus primeros años en Roma. Aún no había desarrollado sus “Mec-Art” (años 60), en las que exploraría la fusión entre arte y tecnología mediante procedimientos fotomecánicos y materiales industriales.
Durante los años 50, sin embargo, su pintura se sitúa en el ámbito del informalismo europeo, en diálogo con artistas como Jean Fautrier, Hans Hartung o Emilio Vedova. En esta fase, Kessanlis busca traducir la energía pictórica en forma y color, explorando el gesto, el ritmo y la textura. "Moulins" pertenece a este período de abstracción lírica o gestual, donde el interés principal es captar el movimiento y la vibración de la materia pictórica.
Nikos Kessanlis recibió clases de Spyropoulos y Nikolaou (1944-1948) y estudió en la Escuela de Bellas Artes de Atenas (1950-1955) con Yiannis Moralis. También asistió a la Escuela de Conservación de Arte de Roma (1955-1959) con una beca del Instituto Italiano de Atenas, y simultáneamente recibió clases de pintura mural y grabado en la Scuola delle Arti Ornamentali di San Giacomo. En la década de 1950, la obra de Kessanlis reflejó las tendencias del arte informal y el expresionismo abstracto. En París, durante la década de 1960, se alineó ideológicamente con los Nuevos Realistas y, junto con colegas franceses, desempeñó un papel fundamental en la creación del mec-art. Su regreso a Grecia en 1980 como profesor en la Escuela de Bellas Artes de Atenas, su mandato como rector (1991-1995) y el traslado de los talleres de la Academia a un local en la calle Peiraios dan fe de su compromiso social con las artes visuales en Grecia. La estructura de la imagen, la importancia del gesto y la cuestión de la reproducción múltiple, así como la implicación del espectador en el resultado final, han sido algunas de sus constantes preocupaciones a lo largo de su trayectoria. Ha realizado más de 30 exposiciones individuales, tanto en Grecia como en el extranjero. El Museo Metropolitano de Arte de Atenas (MMCA) le dedicó una importante retrospectiva en 1997. Representó a Grecia en la Bienal de Venecia de 1988. También creó «Cola para la estación de metro de la plaza Omonia» en Atenas en 2000. Además, ha expuesto su obra en numerosas muestras colectivas internacionales, como «Nouvelles aventures de l'objet» (París, 1961) y «Tres propuestas para una nueva escultura griega» (Venecia, 1964). Es un artista aclamado internacionalmente, que recibió el Premio Modigliani (1959), una mención honorífica en la Bienal de Sao Paulo (1961), el Premio Lissone y el primer premio en el Salón de Montrouge (1997).
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