JUAN GENOVÉS (Valencia, 1930-Madrid, 2020).
Sin título, 1990.
Acrílico, óleo y spray sobre cartulina.
Enmarcado en cristal museo.
Firmado y fechado en el ángulo inferior derecho.
Medidas: 50 x 65 cm; 70 x 84 cm (marco).
A comienzos de la década de los noventa, Juan Genovés se encontraba en una etapa de plena madurez artística, consolidado tanto en el ámbito nacional como internacional. Tras haber sido una figura clave en la renovación plástica española de los años sesenta y setenta, y un referente simbólico de la transición democrática, en los años noventa su carrera se orienta hacia una reafirmación de su lenguaje propio, a la vez que amplía su presencia en galerías, ferias y museos dentro y fuera de España. Es un momento en el que Genovés deja atrás la urgencia política inmediata —aunque nunca su trasfondo ético— y se centra en explorar la dimensión universal de sus temas: la multitud, la convivencia y la fragilidad humana.
En el plano estético, su obra experimenta una depuración significativa como se aprecia en esta obra. Las multitudes, que habían sido densas y compactas en décadas anteriores, comienzan a dispersarse sobre fondos más luminosos y abiertos. Los cuerpos diminutos, vistos desde su característica perspectiva cenital, se vuelven más dinámicos, configurando composiciones donde el espacio adquiere mayor protagonismo que nunca. La tensión entre individuo y colectividad, siempre presente en su producción, se desplaza hacia una lectura menos dramática y más reflexiva: en lugar de representar la represión o el enfrentamiento directo, Genovés investiga cómo las personas se agrupan, dialogan, fluyen o se aproximan unas a otras.
Técnicamente, la introducción de superficies más limpias, el uso más matizado del color y la creciente importancia del vacío permiten una lectura casi abstracta de sus multitudes. Así, a principios de los noventa, su obra se sitúa en un terreno donde la dimensión social se combina con una preocupación formal por el ritmo, la densidad visual y la poética del movimiento. Este periodo supone, en definitiva, una transición hacia un Genovés más introspectivo, que, sin abandonar la referencia al cuerpo colectivo, lo transforma en un signo plástico autónomo capaz de evocar la condición humana en su sentido más amplio.
Uno de los principales exponentes del realismo crítico-social de los años cincuenta, Juan Genovés se formó en la Escuela de Bellas Artes de Valencia, y en 1955 realizó su primer viaje a París. Con el tiempo, su arte irá evolucionando en la línea del existencialismo. Miembro fundador de varios grupos, como Los Siete, Parpalló y Hondo, a partir de su exposición de 1965 en la Biblioteca Nacional, su llamado “realismo político” le convirtió en comprometido defensor de la libertad. Su visión le hace realmente particular; la figura humana es siempre protagonista, tanto en su presencia como en su ausencia e incluso en sus sombras, en las que reside toda la carga onírica de la angustia existencial. Genovés parte de un enfoque fotográfico, buscando la constante transformación de la perspectiva del motivo, del punto de vista. Con este cambio de perspectiva el autor nos acerca o aleja de la escena, buscando el movimiento de las masas guiadas por la inteligencia colectiva, obrera, que da trascendencia al sin sentido de la experiencia individual y que hace evidente la soledad, la manipulación y la injusticia a las que está expuesto el ser humano. El artista critica la cultura de masas que fomenta la competitividad, el consumismo, la individualidad y la pérdida de valores sociales. Expresivo en la utilización de formatos y materiales pictóricos en contraste con la contundencia del tema, Genovés es simbolista en la composición y los ritmos. En su obra cuestiona constantemente la libertad del hombre en la sociedad actual, así como la suya propia dentro de su producción. Más reconocido en el extranjero que en nuestro país, ha participado en numerosas bienales, como las Hispanoamericanas de La Habana y de Barcelona, la de París o la Feria Mundial de Nueva York. En 1994 el IVAM le dedicó una importante muestra retrospectiva. Ha realizado exposiciones individuales a lo ancho de toda la geografía española, además de en Puerto Rico, Río de Janeiro, Lisboa, Roma, Nueva York, Tokio, Turín, Berlín, Montreal, Zurich, Bogotá y París.
Juan Genovés está presente en el IVAM de Valencia, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, la Fundación Juan March, el Centro Nacional de Arte Contemporáneo de París, el MOMA de Nueva York y las colecciones La Caixa, Argentaria y Thyssen-Bornemisza.
.jpg)